Ciudad de México, 8 de diciembre de 2020, - La situación de emergencia sanitaria que se enfrenta a nivel global ha colocado a las democráticas constitucionales en una zona de riesgo, ante la percepción que prevalece de tener que centralizar y concentrar el poder, alertó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.

 Durante la inauguración del VIII Congreso Internacional de Ciencia Política, organizado por la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP), el Consejero Presidente aseguró que en un contexto de emergencia, el ejercicio del poder tiene la tentación de ampliar sus espacios de influencia, por lo que resulta fundamental reforzar sus controles.

“Ese es el momento en el que los controles del poder y la protección de los derechos se vuelven cruciales, una percepción común es que las situaciones de emergencia ameritan la centralización, la concentración del poder”, afirmó.

Agregó que otro de los elementos que se deben controlar de forma efectiva en estos momentos de crisis son los discursos de odio y la polarización que, casi de forma natural presentan una exacerbarse de la mano de la intolerancia y la desinformación con un potencial altamente disruptivo.

Lorenzo Córdova estimó que la democracia y los procesos electorales enfrentan al menos cuatro desafíos y dilemas fundamentales, entre los que destaca lograr su renovación sin tirar por la borda lo que se ha alcanzado, dado que se trata de nuevos problemas que plantean decisiones colectivas que no deben dejar de lado la democracia.

En este sentido destacó que cada comportamiento y definición puede favorecer o dificultar la consolidación de estos avances, más aún cuando la historia reciente ha demostrado que existen regresiones y que esta pérdida se puede dar de forma acelerada.

Frente a ello estimó que el primer reto a vencer es la dimensión sanitaria para las elecciones, ya que en México el modelo descansa en el involucramiento activo de la ciudadanía, no sólo para la emisión del voto, sino para la organización en su conjunto e incluye un contacto de interacción con quienes aspiran a representarlos.

“Las vacunas se avizoran ya en el horizonte, pero me temo que incluso su llegada y el proceso de inoculación generalizado de la población no harán necesariamente que desaparezcan la necesidad de cuidados y medidas de protección indispensables en el mediano y largo plazo”, indicó.

Ante este panorama resaltó la importancia de establecer reglas claras de interacción social de la mano de requerimientos sanitarios, a la par de exigir una profunda responsabilidad de la ciudadanía y un compromiso irrestricto de todos los actores políticos para a pegarse a protocolos y procedimientos para la protección de la salud.

La dimensión económica es otro de los retos que avizora como un tema que habrá de requerir atención especial, considerando que una crisis global seguramente habrá de acentuar el descontento y la insatisfacción que ya se presentaba antes de la pandemia por la falta de resultados de los gobernantes para atender las necesidades básicas de la población.

La suma de estos problemas, agregó, puede generar eventualmente expresiones de inconformidad social que lleguen a desbordar los cauces institucionales, por lo que resulta pertinente cuestionarnos cuánta desigualdad ocasionada por la puede pobreza aguantar nuestra democracia.

Pese al escenario desalentador, Córdova Vianello afirmó que hay señales de esperanza, ya que, a pesar de la pandemia, decenas de países siguen celebrando elecciones, millones de personas siguen acudiendo a votar para dotar de legitimidad a las autoridades electas.

“La ciudadanía en México y en el mundo luce más exigente con sus gobiernos y sus representantes y eso siempre será positivo para la democracia por lo que el dilema que enfrentamos, quizá el más importante de todos, es construir una democracia renovada sin tirar por la borda los trascendentes avances que hasta ahora hemos alcanzado ”, concluyó.