Tras prometerles visas

MÉXICO, 05 DE ENERO 2024--Señalaron las múltiples violaciones cometidas por agentes del instituto en contra

de las personas migrantes en Chiapas, entre ellas, abuso de autoridad y separación de familias tras desintegrar a la caravana de miles de extranjeros que tenía como objetivo llegar a Estados Unidos.

 "El 3 de enero Migración nos aseguró a personas de diferentes nacionalidades, en el municipio de Mapastepec, que tendríamos de la visa humanitaria, prometieron y no cumplieron", dijo a la agencia EFE, Niely Mondragon, migrante venezolana, quien busca a su hijo menor de 5 años y a 5 miembros más de su familia tras disolverse la caravana el pasado martes.

"Somos 18 integrantes de la familia, estoy preocupada porque me separaron de mi hijo menor que tiene 5 años, no sé su paradero, no tengo información de él", dijo la mujer, mientras espera una pista para dar con su familia.

Relató que los agentes de se lo arrebataron: "Desde el miércoles a las 01:00 horas estábamos en fila para subir al autobús, iban cinco miembros de mi familia de los que no sé nada y mi hijo va con ellos".

La caravana se disolvió el martes pasado, tras nueve días de marcha desde Tapachula, porque el grupo de personas migrantes que permanecía en el municipio de Mapastepec aceptó subir a los autobuses del INM a cambio de su regularización migratoria.

A las denuncias se sumó María Isabel, migrante de Honduras, quien prefirió reservar su apellido y dijo estar desesperada por su hijo al que aguarda a las afueras un albergue de Berriozábal, a unos 23 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.

"Lo bajaron del autobús de Migración, pregunté por qué lo bajaron pero no me dieron respuesta, me vine acá y ahora estoy preguntando pero siguen sin dar respuesta, no me dicen nada", señaló.

Según migrantes y autoridades, la madrugada del miércoles 3 de enero, unos 30 autobuses salieron del municipio de Mapastepec, Chiapas, con rumbo a la Ciudad de México, centro del país, con la promesa de que les entregarían visas humanitarias por un año.

Sin embargo, "los autobuses se desviaron y los abandonaron en varios municipios del estado de Chiapas y Tabasco", denunciaron migrantes.

Organizaciones señalaron que unos 1.500 migrantes ahora están varados y en condiciones "no aptas" en los municipios de San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Villaflores, Berriozábal, Playas de Catazajá y Palenque.

Además, migrantes acusaron que tanto mujeres como hombres "fueron obligados a firmar un formato que los comprometía a abandonar el país por la frontera más cercana en un lapso no mayor de 10 días".

"Vinieron los agentes de migración y nos dijeron: van a firmar un papel, es un permiso para que transiten por México; nos alegramos, pero no, era una trampa y así fue como nos quedamos sin papeles y sin familia", dijo a la agencia EFE Lourdes Mejia, migrante de El Salvador.

Ante el abandono de las autoridades migratorias, los extranjeros durmieron la noche del miércoles afuera de los albergues y otros cerca de las oficinas de migración en Tuxtla Gutiérrez para insistir se les entregue el documento para ir a la frontera norte.

Este jueves, activistas e integrantes de la última caravana migrante acusaron al Gobierno mexicano de abandonar a los extranjeros que subieron el martes a los autobuses del INM con la promesa de regularizarse a cambio de disolver el grupo.

El Centro de Dignificación Humana (CDH), que acompañaba a la caravana que partió en Nochebuena con unas 10.000 personas como la más numerosa del año, denunció que las autoridades abandonaron a las personas migrantes en las localidades de Huixtla, Tonalá, Pijijiapan, Arriaga y Berriozábal en el estado de Chiapas.