Washington D.C., Estados Unidos, 9 de septiembre de 2025 ::: La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA)

anunció los resultados de una operación sin precedentes destinada a “desmantelar” al Cártel de Sinaloa. Esta organización fue etiquetada como una de las principales amenazas por el Gobierno estadounidense y, desde principios de 2025, fue formalmente designada por la administración de Donald Trump como Organización Terrorista Extranjera.

 Entre el 25 y el 29 de agosto, agentes de 23 divisiones nacionales y siete regiones extranjeras de la DEA ejecutaron un operativo, que derivó en 617 detenciones de integrantes y operadores de la red criminal. Además, las autoridades incautaron drogas y dinero.

En su comunicado, la DEA calificó al cártel de Sinaloa como “una de las amenazas más importantes para la seguridad pública, la salud pública y la seguridad nacional de Estados Unidos”.

Terrance Cole, jefe de la DEA, afirmó que los resultados reflejan “el firme compromiso de la Agencia con la protección del pueblo estadounidense”. Añadió: “La DEA no cejará hasta que el cártel de Sinaloa sea desmantelado”.

Aunque Washington lleva décadas persiguiendo a los líderes del cártel -considerado el mayor exportador de drogas sintéticas hacia Estados Unidos-, el contexto cambió radicalmente con la designación como organización terrorista anunciada por Trump en febrero de 2025.

La decisión marcó un parteaguas: permitió a las agencias federales acceder a facultades de combate similares a las que se aplican contra grupos como Al Qaeda o Estado Islámico. Bajo este marco legal, se ampliaron los mecanismos de persecución financiera, las órdenes de arresto internacional y la posibilidad de operaciones extraterritoriales con respaldo militar.

Críticos de la medida han advertido que esta etiqueta no sólo criminaliza aún más al narcotráfico, sino que también abre la puerta a intervenciones más agresivas en territorio extranjero bajo el argumento de “seguridad nacional”. No obstante, la administración Trump ha defendido la decisión como un paso necesario para frenar el tráfico de fentanilo, droga responsable de más de 100 mil muertes por sobredosis al año en Estados Unidos.

Los 617 detenidos y las toneladas de drogas incautadas representan uno de los mayores golpes en la historia reciente contra el cártel de Sinaloa. Sin embargo, expertos en seguridad advierten que estas operaciones suelen tener efectos limitados en el largo plazo.

La fragmentación de la organización, encabezada actualmente por distintos brazos tras la captura y extradición de Joaquín “Chapo” Guzmán, complica el panorama. Diversos informes señalan que mientras unos frentes se alinean con Ismael “Mayo” Zambada, otros responden a los hijos del “Chapo”, conocidos como “Los Chapitos”.

Esta división ha generado pugnas internas, pero también ha permitido que el cártel mantenga su capacidad de producción y distribución de drogas sintéticas.