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El vasto complejo Ku Maloob Zaap es la joya de la corona en la industria petrolera de México, pues de allí se bombea uno de cada tres barriles que el país produce y a los costos más bajos del mundo.

Pero detrás de esta riqueza, Pemex con reservas un futuro menos brillante para el yacimiento, que dejaría un gran hueco en el suministro y arroja dudas sobre la proclamación de una nueva era de crecimiento en la industria.

Los monitores muestran datos en tiempo real de cuánto crudo está siendo extraído de depósitos ubicados a alrededor de un kilómetro de profundidad desde el lecho marino en el yacimiento, de unos 150 kilómetros cuadrados.

Los trabajadores hablan entusiasmados de la plataforma, el centro neurálgico de una red de 173 pozos en aguas someras que producen crudo a un costo cercano de 6 dólares el barril.

Ellos están orgullosos de haber pasado cinco años sin ningún accidente, de tener un hotel para los visitantes y hasta un gimnasio para los 116 trabajadores que viven allí sobre las brillantes aguas de la Bahía de Campeche.

Lo que ellos no discuten es que en pocos años la producción en el yacimiento comenzaría un precipitado declive.

En febrero, Pemex dijo que espera que la producción de KMZ se mantenga estable en 850,000 barriles por día (bpd) hasta el 2017.

El director general de Pemex, Emilio Lozoya, ha dicho repetidamente que México, el séptimo productor de crudo del mundo, mantiene estable su producción y espera un crecimiento.

Un examen detallado de las cifras de Pemex subraya por qué los analistas no comparten la confianza de Lozoya.

La producción promedio anual de crudo de México ha caído ligeramente. En el primer trimestre del 2013, el promedio fue de 2.54 millones de bpd, su peor nivel desde 1990. Los datos y los pronósticos muestran una disparidad entre el optimismo en la empresa y la realidad de campos como KMZ.

Dos tercios de los yacimientos ya están en declive, y la última proyección de Lozoya de un alza de 20 por ciento en la producción a 3 millones de bpd en los próximos cinco años se basa en la de algunos campos que aún tienen que ser desarrollados, dicen analistas.

Lozoya dijo el pasado miércoles en un evento que la producción del yacimiento ronda actualmente unos 400,000 bpd.

"La producción va a caer y no hay nada obvio que lo reemplace", destacó Dave Pursell, un analista de la industria petrolera para el banco de desarrollo de energía Tudor Pickering Holt, con sede en Houston, quien realizó estudios sobre reservas en México en la década de 1990.

EXPORTACION Y PRODUCCION A LA BAJA

El desarrollo de nuevos descubrimientos para sustituir a yacimientos gigantes como KMZ tomará años, incluso si la reforma energética atrae nuevas inversiones.

Desde que fue extraído el primer barril en 1980 en KMZ, su producción se elevó a un récord de 847,000 bpd el año pasado.

Miles de tuberías submarinas conectan las plataformas en aguas poco profundas, situadas en el sur del Golfo de México, que convergen debajo de una plataforma flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO por su sigla en inglés), una enorme unidad de 360,000 toneladas con un costo de unos 1,000 millones de dólares.

La FPSO mezcla crudo pesado y ligero en su cubierta y llena con una manguera embarcaciones de petróleo para exportación.

Diez horas después de que arriban, la mayoría de los buques se desconectan y comienzan un corto viaje al norte, rumbo a las refinerías de las costas estadounidenses del Golfo de México.

Pero los buques están haciendo menos viajes: las exportaciones se han reducido en más de un tercio desde el 2004. En el mismo período, la producción de petróleo ha disminuido en una cuarta parte tras alcanzar un máximo de 3.4 millones de bpd.

En tanto, Estados Unidos, el principal mercado de exportación de petróleo de México, está experimentando un auge en energía gracias a los avances en la extracción de "shale oil" (petróleo en rocas lutitas llamado de esquisto).

Mientras miles de pozos de petróleo de esquisto bombean al norte de la frontera con Texas, Pemex aún estudia su potencial en "shale gas" (gas de esquisto) y "shale oil" y para hacer pruebas tiene programado este año perforar sólo 10 pozos.

ESPERANZA EN CHICONTEPEC

En lugar de recurrir al shale, México está apostando a acelerar la recuperación en sus viejos yacimientos, en dos nuevos depósitos poco profundos cerca de KMZ y en el complejo de Chicontepec para añadir 530,000 bpd para el 2018, dijo Carlos Morales, director de Pemex exploración y producción.

Chicontepec alberga un 40 por ciento de las reservas de crudo de México, pero la producción en la cuenca geológicamente complicada ha fracasado en cumplir con los objetivos.

Suárez Coppel se comprometió en el 2011 a que la producción de crudo en Chicontepec llegaría a 100,000 bpd a finales del año pasado. En su lugar, se ubicó en 74,800 bpd en diciembre.

Con la falta de equipos de perforación también se espera que mermen las expectativas a corto plazo de Pemex para Chicontepec, que se encuentra entre los estados de Veracruz y Puebla.