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Cada uno de los líderes mundiales que han transitado a lo largo de la historia han dejado entre sus seguidores imágenes de respeto, terror, miedo, alegría, dependiendo del momento, tipo de nación o circunstancia; en la actualidad todos los presidentes de la orbe tienen asesores de imagen- Barack Obama, Xi Jin Ping, Enrique Peña Nieto- por lo que El Punto Crítico les presenta la personalidad creada de cada uno de ellos.

Cabe destacar que cada uno de los líderes tienen a su alrededor personas que diseñan sus trajes, les elaboran sus discursos, preparan su pose, les dicen cuando hablar, por lo que en muchos de los casos “no cumplen las expectativas deseadas”, mismos que pueden o han destrozado gobiernos enteros.

Primeramente tenemos el caso del presidente de Uruguay, José Mujica quien es bautizado como el presidente “más pobre del mundo” por no vivir como “un primer mandatario occidental”, debido a que su política gubernamental “es la cero ostentosidad” con la finalidad de ganarse el cariño de su población cuyo promedio de salario es de 300 dólares al mes.

Cabe recordar que el suramericano es muy querido en su país por su estilo de vida antimaterialista, pues se sabe que dona un 90% de su salario a organizaciones de ayuda social. Además que vive a las afueras de Montevideo- capital de Uruguay- en una granja de su esposa y que lejos de usar modelos de coches lujosos, él tiene un clásico Volkswagen escarabajo.

Al otro extremo se encuentra el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama quién dirige al país más poderoso de la tierra, situación que ha propiciado “el cambio de su imagen de forma trascendental” , un hombre afroamericano con estilo de vida anglosajón que trata de usar la tecnología para acercarse a sus gobernados- las redes sociales-.

Según especialistas Obama es el presidente que mejor ha sabido gestionar su imagen como anexo inherente e imprescindible en el compendio de la creación del storytelling de su personaje político.

A diferencia de Mitt Romney- su contendiente-, el presidente supo aprovechar cada detalle de su vida personal para mostrarse ante los ciudadanos como la mejor opción; una sincronía perfecta de una paradoja en la que el candidato que más se abriera a los votantes, más compartiera su vida íntima, sería el que más opciones tendría para liderar el país; una mezcla perfecta de emoción e imagen.

En cambio, el heredero de Hugo Chávez, Nicolás Maduro quiere hacerle ver a los venezolanos que “es un hombre cercano a la gente” por lo que dejó de lado los trajes de sastre, pero no su estilo de vida lujo como lo ha hecho el presidente de Uruguay, José Mujica.

Un dato curioso es que en “todo discurso” el mandatario venezolano ha insistido varias veces en que la lluvia es una demostración de que el fallecido presidente Hugo Chávez envía bendiciones, aparece en la imagen con ropa deportiva estampada con la bandera de Venezuela.

Al otro lado del mundo tenemos la imagen del presidente de Rusia, Vladimir Putin quien no ha prestado suficiente atención a la imagen que proyecta su país ante los ojos de la opinión pública europea. Mientras tanto, quien retrata la imagen de Rusia y las noticias de su vida político-social son a menudo los medios de comunicación europeos, arraigados a patrones occidentales.

Estos patrones permiten, por una parte, simplificar la presentación de la información y, por otra, informar al lector y espectador europeo con la mayor rapidez posible.

Trasladándonos a China y a pesar de sus grandes avances económicos su presidente Xi Jin Ping todavía manda “como un dictador” debido a que su gobierno tiene la facultad de decidir que se trasmite por los medios de comunicación y que se publica en la red.

Una imagen de Winnie the Pooh y su amigo Tigger fue censurada en China luego de que diversos blogs de ese país la compararan con una fotografía de los presidentes Xi Jinping y Barack Obama. En la imagen del dibujo animado se aprecia como los personajes de la caricatura tienen una posee bastante similar a la de los mandatarios de China y Estados Unidos, situación que molestó al presidente chino, censurando inmediatamente la imagen.

En el caso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff quien “esta bajo la sombra de Lula Da Silva” , situación que obligó a renovar su imagen, con la realización de una cirugía plástica y un nuevo peinado que “suavizó su rudeza”.

En cambio la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner se le conformó una imagen de “mujer intelectual” que demostrara madurez política, sin embargo por los “antibajos económicos” sus asesores de imagen no han podido hacer nada para revertir sus bajos niveles de popularidad.

Finalmente el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto a quién la juventud mexicana lo tachó “como inexperto”, transformó su imagen pública de “Golden Boy o Junior” a una de madurez y experiencia, es por ello que el ejecutivo federal trasformó su apariencia y su manera de hablar.