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Ángel Iturralde

Piratería de semillas, como maíz y trigo, además de chiles picosos, cebollas, ejotes y tomate de cáscara ocasionan pérdidas por 80 millones de dólares anuales denunció Ángel Saavedra, presidente de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC).

La merma en la cosecha por el empleo de semillas pirata es de hasta 50 por ciento y quienes realizan la reproducción no autorizada del producto son empresas establecidas en el país, señaló.

Según explicó, las semillas piratas en lugar de contener toda la gama de componentes necesarios para una cosecha altamente productiva, tienen piedras, paja y basura.

En conferencia de prensa conjunta, la directora general del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), Enriqueta Molina, advirtió a su vez que la práctica comercial ilegal de semillas es multada hasta con 650 mil pesos y la reincidencia con el doble de esta cantidad.

Por lo anterior, la AMSAC iniciará a partir de este miércoles una campaña con el propósito de mitigar los daños y pérdidas al campo mexicano que ocasiona la comercialización y el uso de semilla pirata.

En una conferencia de prensa conjunta, Saavedra precisó que si bien el precio de la semilla pirata es 10 por ciento menor a la original, las pérdidas en la cosecha alcanzan hasta 50 por ciento.

La problemática es más grave en el caso de las semillas para hortalizas, toda vez que el país no es autosuficiente en su producción y por lo tanto importa 90 por ciento, alertó el dirigente de la AMSDAC.

Respecto a las semillas para granos, consideró que México tiene la capacidad de producir 95 por ciento de la semilla que requiere.

Saavedra indicó que la industria semillera enfrenta problemas básicos, como la reproducción no autorizada con fines de comercialización de materiales desarrollados por las empresas.

Asimismo, el uso inapropiado de nombres comerciales registrados que llevan a confundir al productor y el robo y comercialización de materiales en envases originales por parte del crimen organizado.

“Hay casos en los que la semilla es envasada supuestamente por marcas reconocidas, pero que en realidad son falsas, ya que se introduce grano pintado”.

En otros casos, continuó, el agricultor es engañado con semilla empacada en bolsas rotulada con plumón y se le dice que es de alta calidad.

El empresario señaló que la semilla pirata es distribuida por casas no autorizadas o vendedores sin lugar fijo y quien la vende no entrega factura, ni documento alguno que compruebe la compra o indique dónde localizarlo.

“En el caso del maíz se están utilizando los envases originales. cuyo contenido no corresponde ni a la empresa fabricante, también ni el peso ni media o dimensiones originales”, argumentó.

Los cultivos más afectados por uso inadecuado de logotipos, marcas y envases son cilantro, chícharo, ejote, rábano, calabaza y chile picoso.

Según se informó, las semillas reproducidas ilegalmente se comercializan principalmente en Durango, Zacatecas, Chihuahua, Michoacán, Guanajuato, Puebla, Morelos, México, Hidalgo, Tlaxcala, Sinaloa, Jalisco y Sonora.

El SNICS, de la Secretaría de Agricultura, califica al año la calidad de aproximadamente 300 mil toneladas de semillas, equivalente a 40 por ciento de la superficie agrícola del país.