banco-mexicoMás competitividad que se refleje en menores tasas de interés para los usuarios del crédito y no sólo en promociones, en particular para los clientes cumplidos; debería ser la postura de los bancos mexicanos, consideró el Banco de México (Banxico).

El elemento central para que el mercado de tarjetas de crédito se vuelva más competitivo es la movilidad de los usuarios, recomendó el banco central al dar a conocer este jueves el primero de una serie de estudios sobre las condiciones de competencia en los mercados financieros, con un análisis del mercado de tarjetas de crédito.

La institución resalta que el mercado presenta índices de concentración elevados, incluso esta concentración ha crecido en los últimos años.

Las medidas de movilidad de la clientela entre proveedores de tarjetas de crédito han disminuido en los últimos años lo que refleja que este es un proceso que permanece poco ágil.

El aumento en la concentración parece vincularse con la fuerte contracción que experimentó este tipo de crédito a causa de la crisis financiera global y el resultante deterioro de la cartera; dicho aumento no parece estar asociado a un comportamiento no competitivo de los emisores más grandes.

Para que el mercado se vuelva más competitivo, considera que se debe promover una mejor educación financiera porque el producto de tarjetas de crédito es complejo, recomienda Banxico.

Paralelamente, los reguladores deben continuar desarrollando mecanismos que transparenten la información y propiciar una mayor difusión de la misma para facilitar la movilidad y también identificar y eliminar barreras al cierre de las cuentas asociadas a una tarjeta para facilitar el cambio de banco.

Una promoción más agresiva del servicio de transferencia de balance sería un paso en la dirección correcta, destaca el estudio.

"Sería deseable que los emisores adopten una postura más competitiva que se refleje en tasas menores y no sólo en promociones, en particular para los clientes cumplidos".

Considera conveniente que se perfeccione el marco legal para mitigar el riesgo de no pago, a través de lograr una cobranza efectiva de los créditos, salvaguardando escrupulosamente los derechos de los consumidores.