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Factores externos como la incertidumbre sobre el desempeño de la economía global y la volatilidad en los mercados financieros internacionales son los principales riesgos para la economía mexicana este año, consideran ejecutivos de finanzas y contadores públicos.

El vicepresidente de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Jonathan Heath, resalta que si bien la economía mexicana se recuperará en 2014 por arriba de 3.0 por ciento, hay riesgos

como un retraso mayor en la recuperación de Estados Unidos, en particular en su producción manufacturera, la que más demanda productos mexicanos.

“Aunque Estados Unidos creo que va a mejorar, no creo que van a aumentar mucho la demanda por nuestras exportaciones, y ese siempre ha sido el motor principal de crecimiento económico”, añadió.

Comentó que en el entorno externo también está el riesgo de una mayor volatilidad en los mercados financieros porque el cambio en la política monetaria de Estados Unidos podría elevar las tasas de interés, afectando su recuperación mundial.

El especialista del IMEF dijo que si bien las reformas estructurales aprobadas se hicieron para tratar de mejorar la economía interna, éstas tendrán un impacto paulatino y sus efectos positivos sobre la actividad económica se apreciarán mejor a partir de 2015.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), Ernesto O’Farrill Santoscoy, estimó que este año la economía crecerá alrededor de 3.5 por ciento.

Este desempeño se basaría es la combinación de un sector exportador más fuerte por una mayor demanda de Estados Unidos, un mayor gasto público y la inversión que pueda empezar a darse este año a raíz de la reforma energética.

Consideró que el principal riesgo externo para México es que la economía de Estados Unidos volviera a desacelerarse, aunque hasta ahora no hay ningún factor de alerta al respecto, aunque también persiste el problema de sobreendeudamiento en Europa y un eventual “crack” inmobiliario en China que cause una crisis financiera en ese país.

En tanto, dio, el mayor factor de riesgo de carácter interno es que las leyes secundarias pendientes del sector energía salieran “decepcionantes”, y precisó que aunque el problema de la inseguridad actualmente no es un factor determinante para el crecimiento, “sí vemos que sigue creciendo en forma preocupante en distintas ciudades”.

O’Farrill apuntó que los verdaderos efectos de las reformas económicas se verán dentro de algunos años, pero la inversión en muchos de los sectores se empezará a detonar desde este año.

En tanto, resaltó, la economía ya presenta varios meses con una tendencia de crecimiento positiva y es probable que en los próximos meses continúe mejorando.

A su vez, el economista en Jefe para México de Scotiabank, Mario Correa, proyectó que en 2014 la economía mexicana repuntará a 3.3 por ciento, aún sin considerar efectos concretos de las reformas estructurales pues falta conocer las leyes secundarias de algunas de ellas.

Coincidió que los mayores riesgos para la economía mexicana provienen del entorno externo, en particular que el ajuste monetario en Estados Unidos produzca un acelerado incremento en las tasas de interés internacionales, lo que podría descarrilar la marcha de la economía global.

A pesar de estos riesgos, resaltó que los inversionistas globales distinguirán entre los fundamentos macroeconómicos y financieros más sólidos que tiene México frente a otros mercados emergentes, y empezarán a reaccionar de forma positiva pero lenta a las reformas estructurales, a la espera de que se definan con claridad las leyes secundarias.

El director de estudios macroeconómicos del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), Miguel Ángel Luna Guadarrama, estimó por su parte que la economía crecerá 2.5 por ciento este año, pues aún no considera el impulso de las reformas.

Expuso que la recuperación de la economía mexicana será gradual este año, pues en los primeros meses todavía algunos sectores se mantendrán en terreno negativo, como construcción y minería y el mercado interno continúa deprimido.

Opinó que el entorno externo es el que ahora genera más incertidumbre y riesgos para la economía mexicana, dado el impacto que tienen en los mercados financieros internacionales medidas como la reciente devaluación cambiaria en Argentina y Venezuela.