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En la localidad de Antúnez, el ambiente es tenso en el velorio de Mario Torres Pérez, de 56 años, y Rodrigo Benítez, de 27 años. Desde la madrugada del lunes el área se encuentra en situación crítica por el conflicto entre los grupos de autodefensa y los “Templarios”, un caos que de momento no logran resolver el Ejército y la Policía.

A los rezos del rosario acompaña el ruido de los helicópteros que sobrevuelan la zona. Los pueblos son un hervidero de rumores. Todos dicen haber escuchado que una niña murió en los enfrentamientos de ayer, pero nadie sabe decir dónde está su familia.

En el funeral, los familiares de Torres y Benítez denuncian que estos murieron ayer durante los enfrentamientos entre el Ejército y las autodefensas civiles a las afueras de este pueblo. La familia de Torres asegura que el hombre fue tiroteado por un soldado que “iba borracho”. La de Benítez, que lo mató una bala perdida.

Algunos representantes de los grupos de autodefensa permanecen en la zona. Unos tres hombres guardan la entrada de Nueva Italia (Múgica), a unos pocos minutos de Antúnez. Solo uno de ellos lleva una escopeta. Explican que no ha habido problema hasta ahora con los federales ni con el Ejército.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció este lunes en Morelia que el Gobierno federal tomaría el control de la seguridad de las comunidades de esta región. Las autodefensas son grupos de civiles armados que se levantaron en armas en febrero pasado para combatir, según dicen, a Los Caballeros Templarios, el cártel de narcotráfico que impera en la región.