Ayer comentaba la serie de disparates que están ocurriendo en la nación y que más temprano que tarde habremos de pagar y con caras facturas. Hay quienes no se

quieren dar cuenta y para evitar reconocer que se equivocaron en el voto, recurren a la vieja estrategia de atacar y difamar a los demás y siempre, siempre buscando culpables y corruptos en todas las esferas menos la suya. Nada más retrógrado que ello. Cerré mi comentario de ayer con las nefastas (otras) afirmaciones de Barbosa, un cobarde, inculto y desagradable tipo que genera un capítulo bochornoso que se suma a la ya abultada lista de protegidos del presidente como Bartlett, Fernández Noroña, Taibo, Yeidckol, Sheinbaum y los que seguirán porque son incondicionales del tabasqueño. Cansa en verdad leer la serie de acusaciones, difamaciones, ataques, descalificaciones y burlas entre quienes nos han gobernado, las actuales autoridades, ministros de la Corte, senadores, diputados y servidores públicos. Todos se atribuyen la estatura suficiente para que a través de plataformas públicas lancen todo tipo de mensajes que dañan y en serio a la nación. Tocan temas sensibles, incluso en donde se involucra a muertos, sin el menos respeto, decoro o escrúpulos. Arrojan especulaciones. Avientan rumores pero no son capaces de aplicar la ley: Bartlett, Yeidckol, Barbosa, Taibo y otros tantos deberían (si fuéramos civilizados) por lo menos haberse separado del cargo para ofrecer disculpas y argumentos sólidos que los defiendan por abusos e irregularidades y por burlarse de las instituciones y engañar a la gente. Las estructuras del país deben consolidarse, fortalecerse, no como se ironiza en las “mañaneras” con discursos una y otra vez hablando de la lucha contra la corrupción. Esta, la corrupción, se vence descartando del poder real a incompetentes, omisos, majaderos, ignorantes, bravucones y analfabetos legislativos que intentan defender hasta a las vaquitas “amarillas”. Y en verdad, todos estos serviles morenistas sabrán qué es la 4aT?