Este martes 14 de diciembre tuve el agrado y el placer de asistir a una conferencia brindada vía Zoom, por Claudio X. González.

Muchos fueron los elementos de la exposición y del manejo de la conferencia y de Claudio X. González que me llamaron la atención en el sentido más positivo de la expresión. Pero mayor brillo adquirió su visión frente a los diferentes temas a la hora de las preguntas y de las respuestas.

El carácter tranquilo de Claudio X. González, sus respuestas sensatas, la confianza en sí mismo demostrada sin la menor presunción a lo largo de todo el evento, me trajo a la memoria a un político que para mí en lo personal es un modelo a seguir en la forma de ejercer el liderazgo, me refiero al expresidente colombiano César Gaviria.

A César Gaviria le tocaron situaciones increíblemente duras que conmocionaron a todo Colombia. A todas, inexorablemente, César Gaviria respondía con una tranquilidad y un temple pasmoso.

Un año antes de que ganara las elecciones y asumiera la presidencia César Gaviria, el narcotraficante más famoso en la historia del mundo, Pablo Escobar, hizo explotar un avión de Avianca de Aviación, el vuelo 203 que mató a 107 personas. El objetivo de Pablo Escobar era matar a César Gaviria, con quien sabía que no podría negociar. Por razones del destino, o porque Dios así lo quiso, César Gaviria no se subiría a ese vuelo, y Pablo escobar en su lugar mató a más de cien personas inocentes, que nada tenían que ver con la política ni con el narcotráfico. Durante la presidencia de Gaviria se desmovilizó mediante negociaciones al Ejército Popular de Liberación (EPL) y se llevaron acabo negociaciones con distintos grupos armados.  Gaviria durante su gestión tuvo que enfrentarse a la ofensiva de “los extraditables”, un grupo de narcotraficantes muy poderosos que no querían ser extraditados a Estados Unidos. Durante la presidencia de Gaviria los “extraditables” secuestraron a Diana Turbay, hija del expresidente César Turbay, a quien terminaron asesinando. Diana Turbay conducía un noticiero de televisión que se veía a nivel nacional. Pablo Escobar terminaría siendo capturado y muerto un 2 de diciembre de 1993, durante la presidencia de César Gaviria. Lo cierto es que los problemas de tamaños descomunales arreciaban en Colombia durante la presidencia de Gaviria. Y si algo lo caracterizó siempre como presidente fue su temple, su tranquilidad para hablar, para tomar decisiones bien pensadas, lejos de cualquier estridencia, caracterizándose por tener palabra, por ser un interlocutor en el que se podía confiar.

Debo decir que para mí, en lo personal, César Gaviria siempre fue un ejemplo de político, de buen liderazgo, justamente por las cualidades que aquí menciono.

A un hombre con el talante de César Gaviria vi a Claudio X. González en su conferencia del martes pasado.

Hay que tener presente el papel fundamental que desempeñó, junto a Gustavo Hoyos, para la constitución de la alianza del PRI, del PAN y del PRD que enfrentó a López Obrador y su partido en las pasadas elecciones del 6 de junio. Y hay que preguntarse cuál sería la realidad que tendríamos hoy, si esa alianza no se hubiera realizado. Sin esa alianza hoy Morena tendría mayoría calificada en el Congreso, y podría aprobar todas las reformas constitucionales que les ordenara López Obrador, incluyendo la reelección presidencial. Sin esa alianza iríamos a más de 200 kilómetros por hora camino al modelo político de Venezuela. De ese tamaño es lo que logró esa alianza.

Si miramos la situación política actual de México, podemos ver que hay partidos políticos que no han entendido que hoy negociar con el gobierno y con Morena es como negociar en su momento con los nazis.

También podemos ver a los partidos políticos enfrascados en las expectativas y ambiciones personales por los puestos, la lucha por el hueso. Y se limitan a eso y entonces el futuro del país para ellos es ver cómo van a tener en lo personal una banca como diputado o senador, aunque el proyecto político de López Obrador siga matando niños con cáncer, o represente los abrazos con el narco y ostente en la realidad el periodo de mayor corrupción en el México contemporáneo.

Ante este panorama, Claudio X. González dijo algo muy bueno durante su conferencia. Sostuvo que ante la situación actual, todos debemos ser “la Selección Nacional”, refiriéndose a la selección nacional de fútbol, más allá de los equipos particulares o de los partidos.

Ahora bien. Además de esa concepción de unidad, como un imperativo para salvar a México de la desgracia y el desastre que significa López Obrador, la alianza tiene que incorporar en su concepción esas palabras de Winston Churchill, cuando dijo: “De nada sirve decir lo estamos haciendo lo mejor posible. Tienes que hacer lo que sea necesario para tener éxito”. 

Churchill fue nada más y nada menos que el hombre que salvó a Inglaterra del nazismo. Evocarlo en esta coyuntura es como colocar un eje fundamental en las premisas de acción que debe tener la oposición de cara a las elecciones de 2024.