No cabe duda de que el proceso del 10 de abril, es una falsificación en todas sus formas: Que si es un proceso democrático (falso), que si es convocado

por el pueblo (falso), que la gente quiere que permanezca (falso), que si no votas, es porque eres conservador (falso) y lo último que únicamente faltaría decirlo, que si no votas es, casi casi, porque eres un traidor a la patria lo cual también sería del todo falso, en fin.

En búsqueda de otra palabra para iniciar esta redacción llegué a la definición de falsedad.  De acuerdo a la Real Academia de la Lengua:  Falsedad es la falta de verdad o autenticidad, falta de conformidad entre las palabras, ideas o cosas y por si fuera poco, es el Delito consistente en alteración o simulación de la verdad, con efectos relevantes, hechas en documentos públicos o privados, así como en monedas, en timbres o en marcas.

Tenemos toda una fabricación de ideas.  Este gobierno es un gobierno que fabrica de ideas.  No es ni nunca será un gobierno de hechos.

Me he preguntado muchas veces el por qué el silencio de los partidos de oposición.   PRI y PAN tienen hechos y callan.  El debate es injusto, ya que mientras el gobierno habla de ideas, los opositores si acaso llegan a articular algunas palabras, hablan, hablan de hechos, no hablan de ideas.  ¡Nada mejor que una ciudadanía que poco comprende esta diferencia!  Es un campo fértil para corromper los discursos.

El hecho es que lo único positivo que ha tenido esta gobernación es que los ciudadanos, los que trabajamos y somos productivos y los descendientes de esta ciudadanía, nos hemos unido en ideas, formas y pensamientos.

Antes poco interesaba nuestra participación. Los partidos se acostumbraron a cobrar mucho y oponerse poco al debatir en las cámaras.  Hoy en día, no somos pocos los que escribimos a nuestros respectivos diputados y senadores y exigimos que nos representen.  No estaban acostumbrados y casi puedo afirmar que aún no se acostumbran.

Gracias a las redes sociales y medios de comunicación independientes, debatimos y nos ponemos de acuerdo en asuntos verdaderamente importante:  seguridad y delincuencia, salud, empleo, educación, crecimiento económico y muchas más cosas.

Entonces sí, hemos ido aprendiendo a defendernos de una potencial  “pseudoreforma energética” , o defender a nuestras instituciones tales como el INE o el IFAI, defendemos el derecho a la educación, nos unimos a causas como la de los niños con cáncer, exhibimos la falta de medicamentos en el sector público, exigimos vacunas, exigimos que regrese el presupuesto el programa de escuelas de tiempo completo, exigimos que se mantengan los apoyos para mujeres víctimas de la violencia, exigimos que se nos informe en qué se gastó el presupuesto de todos los fideicomisos y así sucesivamente.

Debo reconocer que, sin este gobierno, no hubiera percibido tantas cosas que sí teníamos y lo sorprendente es que aun sabiéndolo y con resultados positivos para el país, las oposiciones de forma inexplicable callan ahora.

Y retomo el principio, la finalidad de lo que sucedió este 10 de abril fue una falsificación de mandato.   Solicitaron que los ciudadanos validáramos un proceso que nació ilegal, se promovió ilegal tanto por el presidente y no por la ciudadanía y se ejecutó de manera ilegal.  Si acaso la participación de la ciudadanía hubiera llegado al 40% de participación en la lista nominal, este proceso ilegal, por sí mismo, se habría legalizado y como consecuencia sería vinculante.  Es lo que el presidente hubiera deseado.  Fue su “idea perversa”.  Ansió el resultado.  Le hubiera dado oportunidad de alargar su mandato en el 2024 de modo “legal”.

Cualquier ciudadano consideró inútil confirmar algo que el presidente ya tenía garantizado desde el 2018.  El presidente debe permanecer 5 años, 10 meses en el cargo y se irá.

Olvidó el presidente que los mexicanos sí podemos organizarnos.  Los mexicanos contemos o no con los partidos, ni se lo permitimos, ni se lo permitiremos.

Y nuevamente reitero a los partidos PRI, PAN, PRD.  No olviden que los ciudadanos estamos tomando nota.  Lo que hagan o dejen de hacer para la ciudadanía, faltando a votaciones importantes, con excusas de enfermedades o ausencias injustificables, a futuro lo cobrará la ciudadanía.  ¿Quieren permanecer o cavar su tumba?

Los ciudadanos sabemos lo que no queremos el 2024. Queremos que desaparezca el partido en el poder.

La pregunta es:  ¿Alguno de los partidos de oposición también quieren desaparecer?

Linda L. Esponda

@LindaL4

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Traductor perito.  Miembro de la SOGEM.  Ha participado en diversos recitales y encuentros poéticos y literarios entre los que se encuentran, “Las Mujeres Hablan”, “Eje Central Esq. Con Independencia”, “Encuentro con Poetas Chilenos”. Ha publicado sobre diversos temas tanto financieros como políticos en el diario “El Mexicano” en Baja California. Participando en programas tal como Disyuntiva TV proporcionando cápsulas relacionadas con el sector financiero o del 8 de marzo, día de la Mujer. Impartiendo diversos talleres literarios como, Curso-Taller de Creación Poética, El Fondo de la Forma, Análisis Literario desde el siglo XIX al siglo XXI.

Autora del libro Rojo Caín (inédito) (Prólogo por Don Carlos Monsiváis), Cicatriz de Luna (entre otros).

En la actualidad imparte cursos y talleres tanto poéticos como de narrativa, como de Ensayo, y labora como bróker para los bancos más importantes de México, en área de Crédito hipotecario.