Campeche con el semáforo epidemiológico en amarillo no es casual, hay que conocer a los campechanos para entender porque es el primer estado que pone el semáforo en ese color. Empieza a dejar la emergencia. Va por el camino correcto pero todavía falta.
Sin dejar de observar protocolos, por su aplicación, ha conseguido reactivar las actividades esenciales y no esenciales. Igual espacios públicos y recreativos podrán abrir con restricciones: cines, teatros, restaurantes, iglesias, con aforo reducido, controlado. Se podrán visitar parques y bosques.
 
La educación y el respeto caracterizan a sus habitantes, no los apura ni acongoja el tráfico en su ciudad capital. Muy lejos de parecerse al movimiento y número de automóviles que tiene la Ciudad de México. En calles de un solo carril, puede detenerse un taxi o cualquier transporte público, para que descienda pasaje y, el conductor del auto que viene atrás no se va a desesperar ni tocará su claxon para evidenciar molestia.
 
Campeche es parte de la zona maya, admirada en el mundo por su grandeza natural y cultural. Maravillas que conserva y protege. Tiene pirámides, selva, bosques, mar, playa, una muralla que rodea a su ciudad principal y que fue levantada en tiempos de los piratas, para complicarles e impedirles el acceso. Su comida regional de calidad, camarones al coco su especialidad.
 
Lo mejor, su gente, el trato. Seguro que siguen las medidas sanitarias, guardan la distancia, usan gel y frecuentemente se lavan las manos. Reconocen la importancia del cubre bocas.
Ejemplo a seguir. Campeche, cada vez más cerca de volver a los besos y abrazos.
 
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
@zarateaz1
arturozarate.com