Al Senado ha llegado la petición para que se autorice el Teatro de la República con la finalidad de organizar un

homenaje a la todavía ministra Ana Margarita Ríos Farjat , que como sus demás compañeras y compañeros concluye su ciclo el último día del mes de agosto.

¿Por qué el homenaje? ¿Qué hizo en el poder judicial para merecerlo? ¿Fue perfecto como ministro o cometió errores? ¿Supo escuchar al pueblo o lo ignoró?

Margarita Ríos Farjat fue elegida ministra en 2019 para un período de 15 años. No llegó ni a la mitad, apenas seis años.

Se va siendo parte de un poder judicial que perdió el piso, que poco o nada hizo por sensatez, para acabar con la corrupción y los privilegios suntuosos. Dejó crecer el nepotismo.

Se desconoce si los ministros y ministras que pronto dejarán de usar la toga van a rendir cuentas ante el nuevo poder judicial que entrará en funciones a partir del 1 de septiembre.

La ministra Ríos Farjat ha sido integrante de la primera sala, responsable de ver asuntos penales y civiles.

Tanto la primera como la segunda sala van a dejar de existir, porque en lo sucesivo, de acuerdo con la reforma judicial aprobada por el poder legislativo, el pleno se encargará de todo.

En la primera sala, por mayoría, incluido el voto de Margarita, se aprobó el proyecto (243/2023) elaborado por su compañero J uan Luis González Alcántara Carrancá . Ambos negaron el derecho de audiencia al inculpado y para nada consideraron que tuvieran dos resoluciones de inocencia a su favor, en un caso que años atrás había sido cerrado.

¿Merecerá la ministra un homenaje?

Arturo Zárate Vite

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