¿Existe paridad de género en organizaciones religiosas? Prácticamente en todos los ámbitos las mujeres han avanzado
en México por lo que se refiere a la paridad de género; es un mandato constitucional y hacen lo correcto al exigir que se cumpla en los tres niveles de gobierno.
Ya sabemos que la ley no aplica para empresas privadas y tampoco para instituciones religiosas, aunque hay grupos femeniles que también dan la lucha en estos casos.
El avance de la participación de las mujeres es muy raquítico en las cúpulas religiosas, prevalece el dominio de los varones, quizás porque las normas fueron elaboradas por hombres.
No hay mujeres sacerdotas, tampoco obispas y mucho menos papas entre los católicos.
Uno de los argumentos es que Jesús sólo eligió apóstoles, ninguna mujer para que lo siguiera en su peregrinar. Por doctrina y tradición así se ha mantenido. Se entiende que el sacerdote actúa con la representación de Cristo, igual que los obispos y papas. No se vislumbra ningún cambio en este tema.
Además, no existe sueldo para esa responsabilidad, la manutención de los clérigos depende de las limosnas y el cobro de servicios religiosos. Hay ministros de culto que viven muy bien con ese financiamiento.
El punto crítico es que ese terreno todavía está vedado para las mujeres, casi en todas las religiones. En el judaísmo es mínima su participación como rabinas y entre los protestantes no se acepta que haya pastoras.
Las cúpulas religiosas para nada han mostrado interés en debatir el tema de la participación de las mujeres y hasta ahora ha sido muy menor el número de mujeres que busca dichos espacios.
Arturo Zárate Vite
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