No tenía idea de quien era Fabián Chaires, ahora es toda una celebridad, a este pintor chiapaneco le llovieron los

 reflectores con una obra que creo hace cinco años, un Emiliano zapata muy sugerente, por decirlo suavecito, montado en un caballo blanco, desnudo, con un evidente cuerpo femenino, tacones y una especie de banda presidencial alrededor de su cuerpo, como listón de carnaval, el rostro de zapata tiene sus rasgos totalmente afeminados, está bien, al artista le gusto exponer sus filias o inspiración en algo que para él es arte, el problema es lo que ha reventado en la acera de enfrente, en donde campesinos pro zapatistas, familiares del atila del sur estallaron en un entendible reclamo por la exhibición de la obra en Bellas Artes.
Hace un par de días, tanto defensores de las libertades sexuales como inconformes se agarraron a golpes, ambos, diríamos, tienen razón, la comunidad lésbico gay opera bajo la lógica de sus luchas, que haya menos intolerancia hacia sus preferencias, y los defensores del zapatismo hacen lo propio arropando a un personaje que nada tuvo que ver con un movimiento que no fuera el revolucionario.
Chaires ha recibido la defensa hasta del presidente de México, AMLO, a quien este tipo de asuntos le vienen bien para solaz y esparcimiento de una nación que entretenidita se ve más bonita ( también llama la atención que hace algunos meses, en la conmemoración de la muerte del caudillo, la misma parentela de zapata le dio un raspón al presidente de México, señalando algunas cosas que habrían molestado al jefe del ejecutivo, esto no cayó bien en el mandatario y aquí surge la pregunta: ¿no estaremos frente el regreso de esa “cortesía” con un acto como el de la defensa de un cuadro netamente polémico más que artístico? ,ahí se las dejo para documentar el sospechosísimo …volviendo a el camino del lienzo, para los estudiosos de la historia , esto de andar encuerando y poniéndole zapatillas con todo y un caballo excitado no es más que una mera ocurrencia de alguien que creyó haber encontrado la inspiración en una figura que ha sido empacada como macho entre los machos, de esos que tomaban en el pico de la botella y que no se bajan del caballo , ni soltaban el arma para dormir, capaz de dejar una prole rajada como muestra de su fertilidad…pero zapata fue mucho más que eso, su liderazgo e imán fue capaz de levantar un fiero ejercito que puso de rodillas a los federales, que no pudo ser asesinado por victoriano huerta ni atrapado por Felipe ángeles, zapata fue de los primeros en darse cuenta de la figura pusilánime de Madero y sencillamente le declaro la guerra, pero Zapata, mas allá de su pasado como caballerango de Ignacio de la Torre, yerno de Porfirio Díaz, y señalado públicamente como uno de los más notables homosexuales de la época, no fue zapata alguien a quien se le identificara con alguna conducta rara para sus tiempos, sin embargo, logra erigirse como el gran tlatoani de la región sur del país, amo de la guerra de guerrillas y hasta la fecha estampa mítica del estado de Morelos en donde algunos afirman ver visto su fantasma montar a caballo…y que igual contagio a esa otra guerrilla, la del EZLN, con todo y un sub comandante Marcos , extrañamente callado frente a este escándalo del cuadro…y así, al grito de “zapata vive, la lucha sigue” es que vemos que no muere, y que para confirmar la mercadotecnia de su apellido aparece como reina de la primavera en un cuadro que bien podría haberse quedado en algún pasillo de club nocturno sin mayor pena, pero que ha servido para recordarnos que a los mexicanos nos encanta el mitote, ya sea para defender histéricamente los derechos gays y lésbicos o para sacar el tigre que llevan dentro los defensores de don Emiliano.
Vivimos tiempos extraños, de muchos desajustes intelectuales, de ramplones debates , ocupando a zapata para desviar el debate de la crisis del campo y los campesinos, los cuales están por descubrir la letra chiquita del contrato comerciales realizado con estados unidos.
Ese sí, el tema merecedor del mayor análisis posible y no si zapata estaría feliz cabalgando por Tlayacapan desnudo y con zapatos de tacón…lo dicho: hay chistes que se cuentan solos, y lo del cuadro es uno de esos muy malos.