Esto lo soltó el ex presidente Enrique Peña Nieto, allá por octubre del 2016: "un presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado

 pensando, y perdón que lo diga, cómo joder a México"… tal vez fastidiado, molesto, por que los números le gritaban que solo dos de cada diez mexicanos lo aceptaban, pero la sentencia tiene mucho de razón y aplica en estos tiempos, pues soy de los que cree que el actual mandatario AMLO no se levanta con ese ánimo, de ver cómo a los que gobierna les vaya mal, y más duro, no creo que el tema de los niños con cáncer y el desabasto de medicinas le importe un cacahuate, no sería humano, no lo concibo, pero como mis opiniones parten de la buena fe y no de los descarnados del mundo de la política, prefiero quedarme con esa idea de que sea el funcionario que sea, termine este valiéndole poco la vida de seres inocentes, pero lo que sí se llega a notar es que los flujos de información que le llegan al mandatario actual provocan que se tomen rutas perversas en sus reacciones, tales que podrían ser tomadas como resultado de un personaje sin alma ni sensibilidad para dar respuesta a los padres de familia que tiene la desgracia de cargar con un hijo enfermo de leucemia.
Hablando en frío, quisiéramos ver una respuesta contumaz de Palacio Nacional tal y como sucedió con la emergencia levantada por el huachicolazo, escenario que fue aprovechado por la 4T para enviar un ejército de pipas de Pemex con la leyenda "por el rescate de la soberanía" y que armaron un alboroto como si se tratara de las líneas de abasto de Magna y Premium en plena tercera guerra mundial.
Con lo de los medicamentos y todo el drama personal de enfermos y sus familias debería existir una metralla mayor de respuestas, y no lo que se mal planeo desde el gobierno, una montaña de repartición de culpas sobre mafias de médicos y contratistas, como si una niña con cáncer fuese a ser curada con puritita demagogia, pero repito, no creo, contrario a los detractores de AMLO, que esa sea su estrategia, en todo caso se trata de una serie de líneas cruzadas entre lo que ellos consideran ataques y reacciones, aunado a la colocación de más fantasmas que no les permiten aceptar, ni ver que ya son gobierno y que sus tareas van más allá del enojo en las mañaneras.
La solución para los enfermos de cáncer tiene que salir desde la cabeza fría de quienes toman decisiones, sin cortapisas ni culpas al pasado, y que en caso de que existan farmacéuticas implicadas en el criminal negocio del encarecimiento de medicinas, que sean señaladas y llevadas a juicio en los terrenos mercantiles adecuados, pero politizar las quimioterapias de una criatura, eso no...pues como dicen las abuelitas: con la salud no se juega. y sí; también confío en lo que dijo Peña Nieto: no creo que un presidente se levante para ver morir a los niños.