¿A quien conviene la destrucción de la UNAM?, por qué es evidente que la lucha de algunas gavillas de pseudo estudiantes en contra de la violencia de género, pasó de ser

 una bandera leal y urgente a una en donde se asoma la maquinaria mucho más refinada de los complots, una UNAM en llamas solo genera focos de desestabilización, pues como la historia indica, primero es rectoría y después el poli, y la cadena se va conflagrando, y la papa termina siendo una muy caliente para las autoridades, a la UNAM la quieren ver de rodillas, pero no solo eso, aquí se logra apreciar otras manos, vayamos por partes: ya hay quienes acusan a AMLO de estar generando este incendio para llegar a la destrucción de una piedra elemental en el país que tiene como base el gran cerebro intelectual y de investigación y de ahí, desde las cenizas, tomar el control de la vida universitaria, francamente no lo creo, el costo de que la 4T fuese la instrumentadora se antoja inverosímil, costosa y además con aires de locura, pues el incendio en la UNAM golpea directamente a el gobierno, basta pensar que en algún punto, la sociedad y no solo la universitaria exigirán que el ejecutivo tome cartas en este asunto, la presión para que ponga orden sería brutal. Ya veo a Claudia Sheinbaum tratando de explicar el por qué sus policías salieron golpeados por los encapuchados.
En todo caso, los que están interesados en llevar esta acción de demolición saben que al "calentar " a la UNAM estarían elevando la temperatura en un país que en estos momentos se encuentra sumido en la incertidumbre política y económica, el agua a los molinos beneficia más a los adversarios de López Obrador.
No nos distraigamos, la UNAM ha sido siempre un laboratorio de explosiones sociales, la utilizo el PRI durante décadas, hasta que el 68 hizo su aparición y los estudiantes levantaron muros de dignidad y de justo reclamo, pero después del PRI, fue el PRD, aquel en el que militó Martí Batres, y ahora quedan en sus cimientos algunos ladrillos de Morena, pero esos son solo los membretes, pues dentro de Ciudad Universitaria operan grupos radicales, que bajo pasamontañas de anarcos o luchadores o luchadoras sociales han sabido muy bien sacar raja económica y de poder y que hoy no dudaría estarían rentándose a algunos políticos que ven a una rectoría en llamas, la manera de contagiar al país entero y generar un frente de crisis a la cuarta transformación, ojo, no sería descabellado esta tesis, pues si algo es bien conocido es que no importa la causa que se eleve, lo que interesa a estos grupos es el pago recibido por el mejor postor, o ¿cómo creen que han sobrevivido tantos años los habitantes del Che Guevara? O ¿Cómo creen que es imposible acabar con el narcomenudeo en las islas y pasillos?
Aguas, estas expresiones dramáticas en donde se quema y vandaliza todo, es otra vez el huevo de la serpiente. Como si faltara...y viene la pregunta del siglo: ¿Qué bombero apagara este fuego? ¿Qué político será el héroe que desactive dicho desastre? ¿se lo dejarán a los alumnos y maestros que sí quieren la vuelta a la normalidad? Porque si es así, estaríamos frente a una potencial guerra civil en el territorio azul y oro.