Me encanta la historia por ser la gran maestra, no tenemos que ir muchos años hacia a tras, Bill Clinton es el personaje y siendo presidente acuño aquella anécdota del letrero en su oficina oval, uno que le recordaba algo así como "es la economía, estúpido"... y en estos tiempos se aplica en mas de un jefe de estado.

 Trump sabe que para reelegirse necesitará un milagro económico, y parece ser que el nuestro, el presidente de México ha entrado en esa región en donde el filo de las navajas de la realidad cortan mas que la volatilidad intelectual de los que gobiernan, ambos mandatarios comparten el mismo problema: sus niveles de aceptación van en picada, como resultado de el terrible manejo de la pandemia, y en el caso mexicano, por la entronización de una de la crisis económicas mas severas de las ultimas décadas.

Eso ya lo sabemos y los estamos padeciendo, la pregunta es: ¿ y como demonios piensa este gobierno salir adelante? La respuesta la dio los Estados Unidos con la visita de la semana pasada y que maneja una sola indicación: el presidente de México tiene que sentarse a negociar con los mismos que se ha resistido a hacerlo, con los empresarios a los cuales ya le enviaron un par de señales, a el mandatario para decirle que no hay problema, recordemos el guiño de Gustavo de Hoyos del CCE, la semana pasada dónde pasó de ser un crítico contumaz a uno que aplaudió la visita de AM;LO a la Casa Blanca...

Entendámoslo, es la economía la que necesita ser atendida, rescatada, del covid ni hablamos, es y será un desastre, AMLO necesita a los empresarios. Su gobierno no puede seguir asustando con la guadaña de Santiago Nieto, con todo eso de lo de las “compañías factureras” y las advertencias de una hoguera que nomas no prende.

Todos los frentes abiertos que la 4T ha ido sembrando deben parar, no por que no sea necesario revisar todos los hilos de la corrupción que entre privados y políticos se han dado, el desastre del sexenio de Peña y las cloacas que no terminan de apestar el ambiente, México necesita una tregua para recomponer la ruta económica, acudir a el pragmatismo “trumpiano” es la señal que AMLO recibe. La Región Norte del Continente está urgida de la unión para dar batalla ante el crecimiento de China y sus lazos de conexión con medio planeta.

En tres años los Estados Unidos estarían siendo rebasados por el “Gigante Asiático”.

No le demos mas vueltas; es la economía y si continúan insistiendo en el populismo y la lucha entre conservadores y progresistas la región del T-MEC arrojaría una oleada de más pobres y con ellos el catastrófico derrumbe de los Estados Unidos y obviamente, de "corbata" nos llevaría al sótano. Los estados Unidos no se pueden dar este lujo, menos teniendo como vecino del sur a un presidente que decidió pelearse con los inversionistas, con los empresarios.

Washington no va a permitir que ideas venezolanas crezcan abajo del del Rio Bravo. AMLO sabe que para continuar con su proyecto requiere del visto bueno de los Norte Americanos, así ha sido en todo el pasado y no va a cambiar ahora, por ello es que esta reunión se dio como se dio, se engaña quien piense que López Obrador hará lo contrario a lo que se indique en la Casa Blanca. AMLO necesita al igual que Trump un nuevo guión, ya no de derrota o de malabares demagógicos, la hora para sus gobiernos llego. La crispación social es sólo contenida por el covid-19 y el confinamiento, si Trump quiere sentarse otros cuatro años y aquí la 4T quiere oxigeno y no perder el Congreso deberán echar a andar sendos proyectos que abran el apetito a los dueños del dinero, ellos si, los auténticos jugadores de peso. así es, los que saben generar empleos, hacer crecer el dinero y atraer capitales; son los inversionistas. Y el gobierno de aquí deberá abrir las puertas para que su discurso de combate a la pobreza cambia de falso a uno positivo. Hacerle caso a la economía.

Solo resta saber si les dará tiempo antes de que las democracias, con todo y sus electores cansados de lo mismo quieran mantenerlos en la misma posición de la mentira y la doble moral.