He dedicado varios "picotazos" para hablar del solitario de palacio, he señalado que este sexenio se acabó muy pronto, he dicho que para el mandatario se le comienzan agotar los recursos electoreros, lo he escrito y lo he expresado en el espacio de Urbe de hierro, de mi casa abc radio 760 de AM.

 Pero igual he sostenido que no creo en que destituir al mandatario sea la solución, insultarlo no es la vía, considero de mentalidades estrechas el que se recurra al "escupitajo" verbal y ello nos hace mejores esgrimistas, ni se suma a un debate sano sobre el papel del presidente. Lamentablemente he sido testigo del tecleo de muchos colegas que rayan las paredes con el mismo discurso, sin reinventarse, sin emplear otro órgano que no sea el hígado, enojados por que añoran tiempos de dádivas y la seducción que da el estar cerca del poder, eso sí. Sí creo que para muchos ha quedado claro que López Obrador es un peligro para México, pero luego de eso qué.
He escuchado posiciones de mentes brillantes que rechazan al presidente y sus ocurrencias pero que señalan que de nada sirve aplicar el mismo guion gorilesco e ilegal de las consultas para ver si se queda o se va, (gracias Alex Villanueva) y detectan que detrás de estás sacudidas existe la mano de un mandatario que se alimenta de esa discordia así que no debería ser extraño que la estrategia del jefe de ejecutivo sea el incendio.
Y algo muy grave está ocurriendo en estos momentos y que no es un juego: el presidente está enojado, está molesto, sus cercanos hablan de niveles de frustración que lo han convertido en un político de "mecha corta", peor que Calderón en sus épocas de estados alterados. Dos años de la 4T y el corte de caja es desastroso, ni la consulta de la santa inquisición para los ex presidentes les salió bien, ni la rifa del avión sin avión y ahora sin ganancias ni reintegros. El desastre por el covid, el crack económico, las amenazas de guerra civil chihuahuenses por el tema del agua, el desempleo, los feminicidios, los niños con cáncer, los crímenes por violencia, las renuncias de personajes claves en su gabinete, más lo que se acumule son cuadros de una galería del terror, y la factura lleva el nombre de una sola persona, por ello es que el ánimo del habitante de palacio se encuentra en niveles peligrosos, y esto es un riesgo para todos, pues para nadie es un secreto que tener la cabeza volátil nos lleva a tomar las peores decisiones, aún peores.
De ahí que se espere que las instituciones que aún gozan de dignidad sirvan de equilibrio en estas horas difíciles para todos los mexicanos.
 
No es regaño es, Picotazo Político.
 
Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico Urbe de Hierro, transmitido por ABC Radio 760 AM. Vicepresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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