Apostaría mi quincena (si pierdo, no pierdo nada) en que este próximo domingo habrá más gente desayunando
barbacoa que en las casillas. En lo personal aún no decido si iré a hacerlo. No tengo una sola pista de por quien votar, es más, reconozca que me dio mucho flojera asomarme a los nombres y sus trayectorias.
Las y los candidatos son un dibujo mal hecho, amorfo, pocos arrojan sustancia, aunque debido a mi profesión es que he podido platicar con algunos y esos “algunos” saben para que sirven las neuronas, son enjundiosos y se les advierte que quieren hacer bien su chamba.
Este proceso ha revelado una cosa, que la gran mayoría de candidatas o candidatos son unos pelmazos en el arte de la comunicación, y no por que deban sumar títulos de maestría en oratoria o expresión corporal, nomas no se les da, non nos espantemos, las leyes y la capacidad de expresarse no se llevan.
De ahi que cueste mucho “comprar “ sus productos electorales lo que convierte el mundo de las leyes en un planeta alejado del ciudadano promedio.
Mismos habitantes que concluyen un solo axioma: México no es un país de leyes y sí uno de corrupción y complicidades, y esta idea pasa por lo que a diario se vive en salas de juzgadores, ministros o magistrados: que el pantano de la burocracia ahoga cualquier buena intención por hacer valer la justicia, las oficinas están plagadas de lentitud y mucha, muchísima corrupción. Y ese es el verdadero debate que con el paso de los días de campañas se fue ahogando, que sin defender esta vacilada de “someter a votación a jueces y magistrados “, abandonamos lo que debería ser la principal lucha: la limpieza del sistema judicial en México.
No es novedad el que se señale que debido al terrible papel de jueces o magistrados, miles de casos no vean la luz de una verdadera dictaminacion a favor de las victimas y sus familiares. ¿qué caso le viene a la mente? El caso de la niña Paulette Gebara Farah esa pobre criatura que murió en las más extraña circunstancias a la edad de cuatro años allá por el 2010? Un asunto mediático que no llevó a la cárcel a nadie, por más que nos conmovimos con la desaparición. La sospecha de que llovió dinero entre abogados y jueces es la respuesta del por qué se torció la ley. ¿y la otra menor asesinada brutalmente en Lerma, Estado de México, la niña de 12 años, Fátima Virina Quintana. Un guion de terror para su familia, ya que gracias a que ningún miserable funcionario de esa entidad (ocurrió hace diez años, pero ni la actual gobernadora se preocuparon por hacer lo correcto) ni el Primer Tribunal Colegiado de la Segunda Sala se le pegó la gana hacer valer la ley, ni la oscura fiscalía mexiquense, nadie pues (excepto la SCJN) quiso llevarle justicia y consuelo a los padres de Fátima.
Y el espacio del Picotazo Político no nos daría para abarcar los cientos de miles de casos en el que la mano del sistema judicial haya torcido una resolución o actuado en contra de una victima, alegando tecnicismos o fallas en el proceso… No podemos negar que están hasta el cuello de excremento…Y ya ni meternos con los jueces comprados por el narco.
¿Qué existen impartidores de justicia honestos? ¡Claro que si!, sólo que no forman más que un puñado de buenos y buenas mexicanos, insuficientes para cambiar la percepción.
Ahora bien, lo que viene para el primero de junio no promete cambiar las cosas, no hay garantías de que esos mismos sátrapas regresen con el manto purificado de “haber sido elegidos “ por el pueblo. Lo que nos resta es profundizar en las aguas de un sistema judicial y ya que se hizo visible este debate de si al “elegirlos, tenderemos un nuevo sistema de justicia“ para no extraviar la observación de sus pasos.
Ya que se hicieron visibles las y los candidatos aprendamos a tenerlos bajo la mirilla, exhibir a quien no haga su trabajo, someterlos a él diario escrutinio público para que no sean las zonas grises del sistema de justicia lo que vuelva a imperar.
Tendremos elecciones este domingo primero de junio, van a votar los despistados o los aleccionados, a estas alturas no importa, el partidote morena hará lo suyo, aunque sus “convocados“ no sepan ni cómo se escribe jueces, si con C o S. Votarán y tendremos un nuevo capítulo para este México que jamás se aburre.
Pero si existiese , aunque sea pequeño , existiese la mínima posibilidad de cambiar el nefasto poder judicial , con gusto le entramos.
Miguel Ángel López Farías
@MiguelLoFarias @UrbeDeHierro @Anpert2
Periodista, locutor, conductor de noticias, Radio Cañón 760 AM.Expresidente de la Academia Nacional de periodistas de Radio y Televisión (período 2020-2024, AMPERT)