PACHANGONES, FIESTAS, TOMADAS, REVENTONES, DROGAS, CHUPE, SEXO, IRRESPONSABILIDAD Y VALEMADRISMO es lo

 que sobra en la fiestas clandestinas que se realizan en Ecatepec, en la zona de la Roma, en varios estados, total, A los chavos como que les vale madres todo, no tienen ni presente ni futuro, solamente ven lo que quieren para dejar de ver la realidad y así, en vez de que podamos controlar la pandemia pues la extendemos y pues que importa, ellos están en sus reve y los demás, pues que se jodan, el individualismo les lleva al egoísmo pleno y ahí, pues nadie puede cambiar sus actos que son para contaminarse y continuar contaminando.
En muchas calles y sitios aparecen los intolerantes que llenos de rencor y de miedos y temores se dedican a agredir a los trabajadores de la salud, en algunos casos los insultas y los discriminan, en otros les agreden y amenazan y en algunos más las agresiones llegan a los golpes y la violencia. En verdad que esto debe preocuparnos a todos, imaginemos que después cuando entremos a la fase de reincorporarnos a las actividades “normales” muchos de esos que ahora solo están rumiando sus rencores y frustraciones, algunos que habrán perdido a sus seres queridos y se mantienen llenos de odio, miedo y resentimiento saldrán a las calles para agredir a quien sea bajo el criterio de que “no importa quién tenga la culpa sino de quién la pague” y así las agresiones y la violencia llegarán a muchos sitios y generarán una ola de violencia imparable en todo el país y no hay forma de cortar esa “pandemia de la violencia y del resentimiento” porque las fuerzas de seguridad andan metidas en construcciones, pinturas, vigilancia y son los usados para todo, pero al parecer, menos para lo que en verdad fueros creadas como institución y esto no quiere decir que estuviéramos de acuerdo en una acción represiva y paramilitar en el país, no, es lo que menos nos importa pero si creemos que es vital que esos grupos de seguridad no solamente reaccionen sino que tengan una importante nivel de prevención para brindar seguridad a la población.
Hace muchos años, muchos de verdad, cuando mis padres eran jóvenes y nosotros chiquillos, mi madre que era inquieta y buscaba siempre encontrar caminos para apoyar la economía familiar, le solicitó a mi tío Rafael que le enseñara a inyectar y saber cómo se podía incluso poner las inyecciones intravenosas y los sueros, mi tío Rafael es doctor y pues es un hombre formado y forjado en la cultura del esfuerzo y lo hizo y bien. Así mi madre, en la Lagunilla, se fue forjando una imagen de buena para inyectar y siempre puesta para acudir a los llamados e incluso dejar de cobrar cuando ella misma, consciente de la miseria y pobreza de los demás la sufrida en carne propia y no cobraba y en las noches a mi hermano o a mi nos tocaba acompañarla a donde le llamaban y entre puestos metálicos en las calles, escuchábamos a los pandilleros o ratas hacer sus señas o chiflidos avisando que por las calles andaba Doña Clemen y que, en vez de joder, la tenían que proteger y así lo hacían, por ello caminábamos con total seguridad. Hoy vemos las reacciones contrarias de muchos de esos intolerantes y cobardes que en vez de agradecer las acciones de los trabajadores de la salud los agreden y los violentan, por ello, no solamente hay que llamarles al orden sino darles protección a los trabajadores de la salud y hacer una campaña mostrándo de cómo en muchos casos ellos mismos tienen que aislarse para brindar protección a su propia familia mientras luchan por las vidas y salud de los demás.
Una de las cosas que más se admiran es el tener conciencia de la GRATITUD, es decir reconocer el valor, el inmenso valor del tiempo y de la solidaridad de los demás para con uno. Los demás dan lo mejor de ellos para superar muchas cuestiones de salud o de problemas que sufren los otros sin un sentido comercial o de negocios, se entregan porque es su conciencia y vocación, por ello, el AGRADECIMIENTO debe ser una importante aportación de los que recibimos esos esfuerzos y demos por varios caminos nuestro agradecimiento y el reconociendo a esa solidaridad, así, claro que impacta que en medio de esa intolerancia, resentimientos violencia y agresiones que deben sufrir esos trabajadores de la salud de parte de los idiotas que no faltan, miles de mexicanos les agradecen y les aplauden su fuerza, solidaridad y talento con que con valentía atienden a los demás.
Parece que no nos damos cuenta de que la enfermedad del coronavirus no respeta puestos, importancias, valores, clases sociales, lo mismo le pega al rico que la pobre, que la muerte democratiza los grupos y hace pensar en que hay valores superiores que debemos aplicar en la vida, si todos diéramos un poquito de tiempo, de solidaridad, de paciencia, reconocimiento agradecimiento, paz conciencia, fortaleza y valor a los demás, seguramente esto significaría un camino para que todos entendamos que nuestro destino es común, y que en esa tónica, lo mejor es ser agradecidos y solidarios para con los demás. La vida es la oportunidad de entender que nuestro paso en ella es para aprender a dar en vez de esperar recibir, así, a lo largo de mis experiencias tendría que reconocer y agradecer mucho a muchos y ahora es el tiempo de saber que hay que hacerlo, nadie es lector de mentes para saber que hay agradecimiento en los actos de nos beneficiaron, por ello a lo mejor sin pedirlo espera esas muestras de cuando menos se les reconocen los actos solidarios, ellos, hicieron lo que hicieron porque les salió del alma y no esperaban, salvo algunos, que en esos actos tuvieran publicidad y reconocimiento con fines comerciales, no, los hicieron porque les nacía del alma y así, al igual que los trabajadores de la salud hacen y dan sus talentos, tiempos e incluso vida lo hacen con conciencia y valor, por eso, todos debemos brindarles las muestra de AGRADECIMIENTO, porque este es el valor que sostendrá a la sociedad en los tiempos de crisis…