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Trump vuelve a las bravuconadas, está en campaña y se vale de todo. En otras

ocasiones, amenazando con lo mismo, cerrar la frontera, amlo en campaña aseguró enfrentaría y “pararía” al presidente de los Estados Unidos, es más propuso una valla humana en la frontera para demostrar “amor y paz”. Hoy las cosas son distintas, el tabasqueño ya es presidente de México y su conducta, para variar, se ha modificado. Señala que no se va a “enganchar” y que no participará de la “confrontación”. Cómo discurso en aula escolar quizá suene bien, pero como propuesta, línea o posición de nuestro gobierno deja mucho que desear. Y no se trata de subirnos las mangas para una pelea callejera, rebajarnos a las majaderías de trump, pero si definir rumbo, fuerza, integridad y convocar a todos los sectores para generar confianza y músculo. Pero mientras Ebrard anda en los salones del Vaticano, aquí en la línea fronteriza las cosas se vuelven duras. Dejar una carta en el despacho papal para solicita perdones está, lo he dicho, en un marco anacrónico y desafiante. Los eventos migratorios son de prioridad, esos sí. Desde el secuestro de un centenar de migrantes en Tamaulipas que aún no aparecen, la deportación de mexicanos desde Estados Unidos (aunque amlo asegure son cifras menores), las caravanas que vienen desde Centroamérica, la serie de crimínales y narcos que se filtran por nuestras fronteras, las bandas de coreanos que promueven la trata de blancas en la zona de la Merced o las células de colombianos que se dedican al asalto con violencia en zonas residenciales e incluso la injerencia de extranjeros en el secuestro de instalaciones universitarias, todo esto y más merecen una postura clara, definida y hasta valiente. Que trump militarice su lado fronterizo es su problema pero si nos afecta y en serio. De por sí la economía está frenada por las políticas públicas inciertas de la cuarta transformación, deteniendo el tráfico de personas, mercancías, productos e información entre ambas naciones nos daría un golpe más. Si el Presidente no se quiere “enganchar” quién entonces hablará por los millones de compatriotas que viven en y por la frontera. Así de fácil quedará todo en la ambigüedad bajo un discurso más que tibio?. ¿Mientras aquel gritonea aquí evadimos? ¿Vamos, dónde está la diplomacia? ¿Dónde la experiencia? No será la primera ocasión en que Estados Unidos con o sin trump intente herir nuestras relaciones. Ahí están los amañados y tramposos castigos comerciales a nuestros productos o la guerra antimexicana que ha desatado en su territorio. Y qué, nuestras arengas estarán perdidas entre pedir disculpas a las españoles y evitar “confrontaciones” con los gringos? Y mire que amlo se acaba de reunir con el yerno de trump. No vaya a ser que se acostumbre, aquí estrechar las manos entre personajes y ya en la lejanía perder el estilo, como el mexicano cuando en nuestro suelo recibió al rey para rendir protesta como presidente y luego, cuando el monarca llegó a Europa pues se le entregó una cartita ajustando cuentas históricas.