sinpunto

Algunas ocasiones resultan inverosímiles las declaraciones o los partes oficiales respecto de lo que ocurre en Michoacán. Y no es que sea escéptico, pero han sido tantos enredos en los que se ha metido el señor Comisionado Alfredo Castillo, que en ocasiones he discernido acerca de la conveniencia de que fuera relevado en lo inmediato porque mas que ayudar

parece estorbar. Claro está que para el gobernador interino las cosas le resultan de la mayor comodidad porque solamente se dedica a administrar los recursos, que no es algo que se le dificulte mucho, mientras que el amigo del Presidente se echa al hombro la lucha contra la inseguridad pública y los grupos que mas que bandas delincuenciales parecen guerrilleros, porque tienen un control absoluto de algunas zonas del estado.

Si bien los grupos de autodefensas surgen a partir de la incapacidad gubernamental para controlar y abatir las bandas delincuenciales, legalizarlas ha sido uno de los errores más graves que han cometido los gobiernos locales, porque ante el desgobierno que se propicia tienen que solicitar el auxilio de la Federación para normalizar la situación. El problema es que el gobierno federal tiene que intervenir y combatir no tan solo a los delincuentes, sino a los propios grupos que presuntamente se formaron para combatirlos y que terminan pareciéndose a ellos porque desarrollan intereses y generan expectativas para quienes los siguen. Resulta inverosímil que alguien se adhiera a un grupo de este tipo en el que se expone la vida sin recibir nada a cambio.

Dos grupos de presuntos integrantes de autodefensas se enfrentaron en La Ruana. Uno encabezado por Hipólito Mora y otro por un sujeto al que apodan "El Americano". Murieron muchos y entre ellos un hijo del señor Mora. Ambos están en la cárcel y ambos se dicen inocentes. Ambos luchaban contra lo mismo y terminaron luchando entre ellos. A esa permisibilidad para juntarse y armarse es a la que me refiero como una grave equivocación de quienes lo permitieron. Ayer hubo otro enfrentamiento entre el Ejército Mexicano y la Policía Federal con supuestos grupos de autodefensas que tenían en su poder el palacio municipal de Apatzingán. Nueve civiles muertos, 44 detenidos y 2 elementos del ejército heridos. Mas tarde pretendieron rescatar a los detenidos suscitándose otro enfrentamiento.

No entiendo porque "Los Viagra" o "Los Sierra", de quienes se dice que hasta septiembre del 2013 fueron aliados de los Caballeros Templarios, intentaban mantener en su poder el palacio. ¿Pero cual fue el motivo para que el Ejército Mexicano y la Policía Federal fueran a recuperar las instalaciones? ¿Porque no fueron las policías estatales las que lo hicieron? En todo caso a ellas les correspondía encabezar el operativo. Las explicaciones me resultan inverosímiles e increíbles, y me parece que las cosas se están enredando más en Michoacán. ¿A quien creerle? Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.