Una de las mejores estrategas de campañas políticas, y muy exitosa sin duda, es Gisela Rubach, a quien conocí en Durango durante la gestión de Jorge Herrera Caldera,

 uno de los mejores gobernadores que haya tenido la entidad y exitoso gestor del Corredor Carretero Tampico Mazatlán, que incluye en uno de sus lugares más altos el Puente “Baluarte”, y que cuenta con una longitud de mil ciento veinticuatro metros, y una altura de cuatrocientos tres metros. El costo costo fue cercano a los dos mil cuatrocientos millones de pesos. Para llegar a Tamazula, Desde Durango Capital, el recorrido en carretera se hacía en catorce horas. Pero desde que se realizó la obra del “Baluarte”, ahora el recorrido se realiza en tan solo cincuenta minutos.

Pero regresando con Gisela Rubach, debo señalar que sigue siendo una de las mejores estrategas políticas que he conocido, y en uno de sus constantes videos señaló que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha construido una narrativa muy exitosa desde el año dos mil, misma que hasta ahora nadie ha logrado contrarrestar, y por el contrario, todas las oposiciones, e incluso los especialistas, se han enganchado en las constantes vaciladas del hombre que habita Palacio Nacional, y que protagoniza todos los días, porque lo menos importante en este sexenio es la agenda nacional, lo cual es sumamente grave ya que se evita lo urgente y se magnifica lo superfluo.

Cuanta razón tiene la señora Rubach, Porque hasta ahora Andres Manuel López Obrador ha seguido con su estrategia de trivializar todos los ataques que de forma constante lanzan sus opositores, sin que a la fecha hayan logrado siquiera preocuparle porque sigue manteniendo una amplia aceptación entre los sectores más vulnerables del país por sus llamados “programas sociales”, esos que por cierto los condenan a seguir en el ostracismo económico y social porque no representan más que un alivio de momento, y la pobreza sigue estando ahí todos los días. Esa es la base social que desde que fue Jefe de Gobierno comenzó a construir capitalizando su periplo por todos los rincones del país denostando las estrategias políticas y de crecimiento que implementaron los gobiernos anteriores, y es la que intentará poner en movimiento cuando llegue el momento de discutir si en México se debe permitir la reelección, porque ese es hasta ahora uno de sus más caros anhelos.

No se trata de erradicar la pobreza, porque sigue incrementándose a causa de los efectos de la pandemia del coronavirus, sino de construir una base social que contrarreste todos los intentos de una oposición menguada y extraviada por evitar que su proyecto político alcance éxito para mantenerse en el poder. Pero también señala Gisela Rubach, que uno de sus mayores peligros son los malos resultados que está dando su gobierno, algo de lo que se han olvidado las oposiciones, porque hasta ahora sigue haciendo lo que le viene en gana sin que alguien se atreva a evidenciar el desastre gubernamental que estamos viviendo los mexicanos.

El problema es que las oposiciones no encuentran ni siquiera un motivo que pueda propiciar la posibilidad de unirse en una gran alianza que pueda evitar el colapso de las finanzas públicas como ha venido ocurriendo, y la crisis de empleo que se visualiza pudiera alcanzar a veinte millones de mexicanos. La circunstancia es grave, y solamente el sector empresarial es quien ha puesto el ejemplo a través del “Frente Nacional Antiamlo” que visiblemente lidera Gilberto Lozano, y que ha logrado establecer amplios comités a lo largo y ancho del país.

Ante el desgaste producto de los excesos de Morena y los malos resultados obtenidos hasta ahora, pareciera que la oportunidad este puesta sobre la mesa para que se pueda lograr cambiar la conformación de la Camara de Diputados, pero el anodino líder tricolor, Alejandro Moreno, ni siquiera ha sido capaz de unificar a su partido, y menos tendrá capacidad para establecer una gran alianza con las demás fuerzas opositoras. Ojalá que Movimiento Ciudadano, el Partido de la Revolución Democrática, y Acción Nacional, tengan las ganas de sentarse a discernir y analizar el desastre que se avecina si no se logra detener la estrategia de empobrecer al país. Lo peor será que en la elección intermedia Morena y aliados ganen la mayor parte de los congresos estatales, y mantenga mayoría en gubernaturas, porque no habrá nadie que pueda detener las ansias reeleccionistas del tabasqueño y de hacer lo que le venga en gana con México. Así de simple. Al tiempo.

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