Sin lugar a dudas el mejor espacio para la reflexión de los asuntos públicos no está en la esfera gubernamental, porque ahí la tendencia es aceptar la verdad que impone todos los días con esa “inmensa sabiduría” que detenta quien por ahora conduce los destinos del país, y que orienta a la Republica y a sus principales operadores a través de sus soliloquios mañaneros
en los que da cátedra de lo que no sabe hacer porque aunque lo diga y lo repita no cuenta con la mínima condición de honestidad que tanto ha presumido durante los últimos años. 
 
Para decirlo más claro, las mentiras palaciegas son parte de ese catálogo de posicionamientos con los que engañó a la mayor parte de los mexicanos en su largo periplo por todos los rincones del país, sembrando el odio contra quienes ha considerado sus enemigos, que no adversarios, y a los que acostumbra fustigar con el epíteto de “conservadores” para resaltar su inexistente liberalismo, porque si de algo podemos estar seguros los mexicanos, es que ni siquiera sabe distinguir doctrinariamente a los unos de los otros ya que en los quince años que utilizó para terminar su carrera, nunca se distinguió por contar con la mínima inteligencia.
 
Y para desgracia de los mexicanos de todas las latitudes y rincones de este México tan nuestro y tan lastimado, el ejercicio gubernamental ya no obedece a una estrategia diseñada para resolver uno de nuestros grandes problemas, la pobreza de muchos millones de mexicanos. Por desgracia la estrategia camina en sentido contrario, pues de lo que se trata es de seguir empobreciéndonos para que dependamos de las dádivas oficiales y vayamos como autómatas a seguir votando su propuesta populista. 
 
Pero ante la ineficiencia de los partidos políticos de la oposición para detener la intentona dictatorial, la Coparmex y diferentes organizaciones han decidido estructurar una nueva conciencia social a través una campaña denominada “Sí Por México”, buscando equilibrar las posturas políticas y sociales del Presidente, así como convocar a la población para equilibrar el ejercicio del poder en el país. Para decirlo más claro, el mismo Andrés Manuel López Obrador ha estado propiciando con su pretendido voluntarismo que se construyan diversas opciones ciudadanas para combatir la corrupción, el autoritarismo y la falta del diálogo con los distintos sectores de la sociedad civil organizada. 
 
Se menciona que el arranque de dicha campaña será en los días subsecuentes, y ente los principales temas que probablemente sean abordados se enlistan el diálogo y la unidad entre los habitantes de todas las regiones del país, el derecho a pensar diferente, la búsqueda de un México más justo, el combate a la corrupción y la capacidad para escuchar a todos los mexicanos. Después del movimiento denominado FRENA, que hasta ahora ha sido el único que antagoniza a la Cuarta Transformación, es saludable que los mexicanos cuenten con una opción distinta de los partidos políticos para incidir en el comportamiento de un gobierno que hasta ahora no ha sabido escuchar los reclamos más sentidos de una sociedad enojada.
 
Por lo pronto el Presidente Andrés Manuel López Obrador acudió a su costumbre de epitetar a quienes considera adversarios, y hablo de que ya hay un FRENA II, ahora encabezado por Claudio X. González. Lo cierto es que el Primer Mandatario ha puesto todo de su parte para que surjan este tipo de manifestaciones de rechazo a su proyecto bolivariano, porque si hasta ahora algo lo ha definido es su aversión con los empresarios del país. Bienvenidas las expresiones ciudadanas, porque con todo y el triunfo que en las urnas obtuvo el PRI en Coahuila e Hidalgo, los partidos políticos no representan por ahora el dique necesario para evitar las pretensiones dictatoriales del inquilino de Palacio Nacional. Al tiempo.
 
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.