Fue uno de esos accidentes que pudieron evitarse y por consecuencia no tendríamos que lamentar la muerte de veintiséis viajeros que nunca supieron

que estaban siendo trasladados en uno de los actos más irresponsables de la historia de la Ciudad de México. La tragedia enlutó a veintiséis familias que perdieron a uno de sus miembros a causa de un desastre anunciado que se pudo evitar de haber seguido puntualmente el manual de operaciones cuando se estaba construyendo. Sin lugar a dudas existe responsabilidad oficial, aunque pretendan negarla.

La tragedia enlutó a todo México, y los hechos han sido narrados por los expertos que realizaron los peritajes y determinaron cuáles fueron las fallas y las causas, porque aunque se pretendió minimizar de forma irresponsable por parte del grupo de Claudia Sheinbaun, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la verdad ha salido a la luz, y aunque se pretenda tergiversar la verdad, todo indica que esa tragedia pudo evitarse de haber seguido los manuales tanto de la construcción como del mantenimiento.

Hasta ahora esta tragedia ha marcado la irresponsabilidad de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien, escudándose en el cinismo, ha pretendido exculparse arropándose en las razones infundadas que ha vertido el propio Presidente de la República que en otro de sus constantes mentiras ha señalado como inocente a su presunta favorita para contender por la Presidencia de la República, y que ahora sabemos que tiene las manos y la conciencia llenas de la sangre de esos hombres y mujeres que quedaron prensados entre fierros retorcidos, como la conciencia de la Señora Sheinbaun.

Sin lugar a dudas, desde Palacio Nacional saldrá la instrucción para a defender a su favorita para la sucesión presidencial del 2024, porque así se lo indica el manual populista de minimizar los hechos para culpar a los demás y salvar la honra de quien ha sido señalada por el mismo Mandatario como su favorita para sucederlo en el ejercicio del poder, y desde luego que ella lo ha creído así, visualizándose a sí misma con la Banda Presidencial en el pecho y despachando y viviendo también en Palacio Nacional.

El problema para sus aspiraciones presidenciales es que al conocerse el peritaje realizado por los expertos, esos veintiséis seres humanos que perdieron la vida le cobrarán la afrenta de haber dejado en la orfandad a muchos niños, producto de la más horrorosa tragedia que se ha dado en la Ciudad de México. Por lo pronto, desde la más alta tribuna del país, la Senadora Lilly Téllez exigió la destitución de la Jefa de Gobierno por su presunta responsabilidad en la negligencia que provocó la tragedia, como ha sido el caso de diversos tornillos que no fueron colocados para ahorrar presupuesto o robarse el dinero.

El caso de la Línea 12 del Metro se ha convertido en el icono de la corrupción de la Jefa de Gobierno, tal y como lo señalara la valiente Senadora Lily Téllez, quien sentenció “que la pérdida de veintiséis vidas atendió a un grupo de políticos poderosos que hicieron las cosas chuecas, con tranzas, y se enriquecieron con ellas”. La falta de pernos en diversas partes del recorrido ha sido una de las acusaciones claves en la tragedia que enluto al país cuando conocimos la magnitud de la cantidad de muertos. Si Claudia Sheinbaun tiene un poquito de vergüenza, debiera pedir licencia y enfrentar el juicio ante las autoridades impartidores de justicia. Pero seguramente la protegerá su suegro, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo.

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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.