El tiempo se acorta, y por mucho que pretenda hacer para salvar su sexenio, las cosas no van bien y mucho menos

lo hay en ese pueblo al que siempre acude cuando de intentar que se sumen a su proyecto se trata. El tiempo se le termina al inquilino de Palacio Nacional, y hasta ahora la inconformidad ha sido manifiesta y con duros reproches a quien todavía sigue viviendo en Palacio

El final es un abismo y se acerca. Él sabe que ha fallado. Por más que, en ocasiones, parezca vivir en otro planeta, sabe lo que ha ocurrido y está ocurriendo.

El final de su mandato está a la vuelta de la esquina, y busca por todos los medios hacer una mascarada de que hasta ahora él ha sido quien ha tenido los mejores éxitos al frente del país, después de la crisis de la pandemia. No es verdad, la pandemia fue un desastre producido por el mismo cuando anunciaba que saliéramos a la calle y nos abrazáramos porque no pasaba nada.

Esa ha sido una de las mayores estupideces de un mandatario incoherente, y carente de sensibilidad lara hablarle a su pueblo. No es verdad que las cosas se agravaron porque los propios mexicanos dejaron de lado los cuidados, y como siempre, busca la exculpación para evitar que el juicio de la historia sea severo con sus hechos, y lamentables las consecuencias a causa de sus constantes mentiras.

Muy bien han señalado algunos críticos que su gestión no soportaría el juicio de la historia. Y ahora quiere evitar llegar a ser repudiado a causa de sus constantes desatinos, pero si hay algo que nunca olvidaremos son las muertes de la pandemia por su estupidez de no comprar los antivirales, provocando muertes innecesarias. Andrés Manuel López Obrador está desesperado por intentar reescribir la historia reciente en la cual ha sido el principal protagonista.

La desesperación se ha apoderado de él, porque la violencia no ha sido detenida, y por mucho que quiera recomponer la historia, la violencia ha sido producto de sus ligas con el crimen organizado al que nunca atacó no con el pétalo de una crítica en sus mañaneras. Cuando se refirió al Chapo Guzmán, tuvo que rectificar porque sabía que ellos lo llevaron al poder. Y esta circunstancia se ha convertido en una brutal verdad al entendimiento de los mexicanos.

La violencia se ha apoderado del país. Y la realidad es que el mismo ha entregado al país a esa delincuencia organizada que lo llevó al poder. Hasta ahora los resultados no le favorecen, y no le favorecerán por mucho que pretenda esa dinar el mismo su historia. El resultado de su gestión al frente del país es brutal, y no podrá por ningún motivo rehacer la historia que seguramente será una de las más brutales en cuanto a muertes de los habitantes de este aún maravilloso país. Los resultados están a la vista, nunca antes tantos mexicanos murieron sin que alguien hiciera algo por evitarlo. Así de simple. Al tiempo.

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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.