sinpunto

El Gobernador de Guerrero, Angel Heladio Aguirre Rivero, siempre se ha distinguido por ser muy peculiar. Bronco y echador cuando tiene poder y silencioso cuando  le toca replegarse. Dicharachero, bohemio, fiestero, enamorador que no encantador, y acostumbrado a creer las mentiras que le dicen sus colaboradores, y que él mismo transforma en verdades cuando de justificar algo se trata. En Guerrero la gente ha dejado de creerle porque la mayor parte de lo que prometió no lo ha cumplido aunque siempre dice lo contrario. Su abuso de la fiesta y las bebidas espirituosas es harto conocido, pero poco le importa lo que diga el vulgo. Su vocación por el nepotismo es lamentable, y ni que decir de los negocios al amparo del poder que siguen haciendo de su familia una de las más acaudaladas del estado.

La grabación donde platica con Claudia Corichi, la hija de Amalia García, lo mostró tal cual es cuando le dice que “la va a enamorar” aprovechando el estado etílico que se escuchaba traía la exsenadora. La reciente entrevista que le hizo la periodista Adela Micha también dio muestra de su talante y de la facilidad con que miente parta justificar su descuido de los asuntos públicos. Intentó mostrar una realidad distinta a la que publicitan las notas periodísticas relatando el estado de ingobernabilidad en que mantiene al Estado de Guerrero. Si bien es cierto que es una entidad difícil a causa del costumbrismo y los regionalismos, también lo es que ha abdicado de su obligación para imponer el estado de derecho.

Mientras el sigue intentando justificar sus yerros acudiendo a los usos y las costumbres, los ahora denominados “territorios autónomos” siguen creciendo a causa de su carencia de voluntad para resolver los problemas políticos y energía para aplicar la ley, poniendo incuso en riesgo la integridad de los elementos policiales y los encargados de la procuración y administración de la justicia. Cualquiera puede ahora decirse miembro de las autoridades comunitarias y cometer delitos que se quedan en la impunidad. La retención de policías y funcionarios judiciales es ahora la constante, y para colmo de males se “lleva entre las patas” a los representantes del Poder Ejecutivo Federal, como es el caso de los miembros del ejército Mexicano.

Las fuerzas federales destacamentadas en La Costa Chica decomisaron en Acapulco camionetas, armamento y aparatos de comunicación que portaban presuntos policías comunitarios que acudirían a realizar una diligencia a la Procuraduría General del estado. Eso motivó que en San Luis Acatlán las denominadas “policías comunitarias” retuvieran o secuestraran a cuatro agentes ministeriales y un secretario de acuerdos de un juzgado para presionar a las autoridades a intervenir ante el Ejército para que devolvieran las camionetas que nunca demostraron poseer legalmente, y el armamento prohibido por la Ley General de Armas y Explosivos.

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias ordenó a sus presuntas policías el desarme de los elementos policiales municipales de San Luis Acatlán y Malinaltepec, y condicionó el diálogo con el gobierno del estado a que acudieran al lugar para “negociar” la devolución de las armas y los vehículos. Después endurecerían su posición y señalaron que solamente se reunirían si las autoridades estatales acudían al territorio de la CRAC. Para decirlo de otra manera, ahora resulta que en Guerrero existen territorios autónomos a causa de la poca capacidad del señor Aguirre Rivero para imponer la ley, aduciendo que desde el centro no se entienden los usos y las costumbres existentes en algunas regiones del Estado de Guerrero. Que yo sepa hasta ahora nunca habían surgido este tipo de manifestaciones, por mucho que existan esos usos y costumbres que aduce el señor Aguirre, y menos habían llegado a secuestrar funcionarios. La pasividad gubernamental es la madre de los desórdenes.

La realidad indica que el señor Angel Heladio Aguirre Rivero no puede o no quiere gobernar, y se contenta con “llevarla tranquila” aunque mantenga en vilo a la mayor parte de los moradores de las regiones de la Costa Chica y la Montaña. El vacío de poder en Guerrero es brutalmente aprovechado por los intereses de unos cuantos liderazgos que le apuestan a la descomposición social. Ver a los miembros de las CRACs acompañando a los grupúsculos magisteriales que han evidenciado su vocación por el vandalismo y la anarquía, es la mejor muestra de la ineficiencia del señor Angel Aguirre Rivero. Pobre Guerrero. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.