sinpunto

Enrique Peña Nieto se atrevió a enviar una iniciativa que termine de una vez por todas con la disparidad del género femenino en los cargos de representación proporcional. Digo que se atrevió porque durante mucho tiempo los hombres utilizaron cuanto artilugio permitiera la legislación electoral con tal de sobre representar al género. Hagamos historia: El primer Congreso Feminista fue impulsado en 1916 por el Gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, y el principal acuerdo fue demandar que se otorgara el voto a las mujeres.

En 1917 Hermila Galindo lanza su candidatura para diputada por el V distrito electoral de la Ciudad de México. Sería hasta 1923 en que Elvia Carrillo Puerto fue la primera mexicana electa diputada al Congreso de Yucatán, y Rosa Torres la primera Presidenta Municipal en Mérida.

Correspondió a Palma Guillen ser la primera diplomática mexicana acreditada como representante de México en Colombia. En 1938 Aurora Meza Andraca se convierte en Presidenta Municipal en Chilpancingo, Guerrero. En 1947 Aurora Fernández es nombrada Delegada de Milpa Alta y Guadalupe I. Ramírez de Xochimilco. El 17 de octubre de 1953 la mujer se gana en derecho de votar y ser votada en elecciones nacionales. En 1954 Aurora Jiménez de Palacios es la primera Diputada Federal. En 1959 Cristina Salmorán de Tamayo es la primera Ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En 1964 María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia son las primeras senadoras. En 1979 Griselda Álvarez Ponce de León es la primera Gobernadora en Colima. En 1981 Rosa Luz Alegría es la primera mujer en ocupar una Secretaría de Estado. Y en 1998 María de los Ángeles Moreno preside la Cámara de Senadores.

En lo personal me parece que la propuesta de Enrique Peña Nieto es un acto de justicia para el género femenino porque reivindica su derecho a contar con una representación más acorde a su índice poblacional, tomando en cuenta que hasta ahora son el 52% del total de habitantes en el país. Siempre he sido un convencido del derecho de la mujer a contar con instrumentos que le garanticen igualdad de oportunidades frente al género masculino, para que puedan así, mostrar ese talento que durante tanto tiempo les hemos negado por conveniencia. También he señalado que después de setecientos años de gobiernos masculinos en esta parte del mundo, es la hora de que la mujer emerja y acredite que cuenta con la capacidad suficiente para encabezar los esfuerzos y alcanzar la transformación del país.

El acto de justicia que impulsa el Presidente Enrique Peña Nieto es irreversible, y no existen argumentos para evitarlo porque si de algo podemos estar seguros es que la mujer mexicana ha sido parte importante en la toma de decisiones en todos los niveles sociales, políticos e intelectuales, gracias a su talento, profesionalismo y disposición. Lo previsible es que comience a emerger con fuerza en el ámbito político y se convierta en un referente sólido en otros campos de la vida profesional. Enhorabuena por la propuesta presidencial, lo necesita México. Sin duda un acto de justicia y de dignidad. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.