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Los grupos delictivos atentaron contra 18 subestaciones de la Comisión Federal de Electricidad y 4 gasolineras ubicadas en doce municipios de Michoacán. Por estos hechos de violencia hay tres miembros de los Caballeros Templarios detenidos que fueron asegurados en Lázaro Cárdenas después de una persecución que propició la volcadura del vehículo en que se transportaban.

La versión de que la agresión responde al regreso de Fausto Vallejo tiene lógica ya que los Caballeros Templarios habrían pactado con colaboradores cercanos a Jesús Reyna. Otra línea de investigación apunta a que los atentados podrían haber sido obra de grupos subversivos que operan en la entidad, específicamente el Ejército Popular Revolucionario, debido a la exactitud cronométrica con que fueron realizados los atentados, a la misma hora y con un alto grado de precisión.

Los sistemas de seguridad del Estado Mexicano no quieren dejar ningún cabo suelto, por lo que no se descarta que células de estos grupos subversivos pudieran haber establecido una alianza en con los Caballeros Templarios para actos de sabotaje y terrorismo contra las instalaciones gubernamentales y la iniciativa privada. Esta alianza podría extenderse a otros grupos que operan en distintas partes del país, por lo que es factible que hechos similares de violencia pudieran ocurrir en el transcurso de las siguientes semanas.

La realidad indica que los atentados forman parte de la disputa entre Los Caballeros Templarios y La Familia. Los primeros mantienen el control de la mayor parte del estado y son apoyados por el Cártel de Sinaloa, La Resistencia y el Cártel del Golfo. El contacto entre Los Caballeros Templarios y el Cártel de Sinaloa fue por conducto de Annel Villeta Noriega Ríos, “La Chula”, quien era operadora de ese en Los Ángeles, y se contactó directamente con Juan José Esparragoza, “El Azul”, para lograr la alianza con el Cártel de Sinaloa. El otro bloque lo encabeza La Familia Michoacana, que cuenta con el apoyo de Los Zetas y del Cártel de Jalisco Nueva Generación. La disputa se remonta a 2011 cuando se forman Los Caballeros Templarios al mando de Servando Gómez Martínez “La Tuta”, Dionicio Loya Plancarte “El Tío”, quien  controla la región de Apatzingán y Tepalcatepec hasta Huetamo, y quien hace las veces de contacto con las autoridades policiales.

Existe preocupación en los gobiernos Federal y estatal ya que los servicios de inteligencia cuentan con informes en el sentido de que este tipo de atentados continuarán y podrían extenderse a otras entidades. No sería raro porque la disputa entre los diversos cárteles por el control de los territorios se ha vuelto a tornar salvaje y sin cuartel. También se menciona que el Obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, ha recibido amenazas de parte de los Caballeros Templarios por las declaraciones que ha formulado en relación con la grave situación de seguridad que se vive en Michoacán y por la actividad de los grupos delictivos. Sin lugar a dudas Michoacán está que arde, y la guerra que Felipe Calderón iniciara el 11 de diciembre de 2006 ha resultado infructuosa y provocado infinidad de bajas. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.