¿Pero qué necesidad? como dejó dicho el gran compositor conocido como el Divo de Juárez y cuya identificación sobra. A menos que haya y una enorme necesidad de que un hombre 

 como Félix Salgado Macedonio, ex alcalde de Acapulco, rinda frutos, los que lo caracterizan y le fueron conocidos durante su gestión de edil acapulqueño. Porque dicen quienes saben que pa que la cuña apriete debe ser del mismo palo. Sólo eso explicaría la férrea defensa o la defensa a capa y espada que del polémico senador con licencia sigue haciendo ante la menor duda nada menos que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hasta un "ya chole", se permitió pronunciar el jefe del Ejecutivo federal mexicano en su mañanera más reciente para de esa forma decir a los reporteros, asistentes y/o testigos que acuden puntuales y presurosos al Salón de la Tesorería cada mañana muy temprano para escuchar al oráculo nacional.

El caso de Salgado Macedonio sacude, estremece y aun divide a Morena, en particular tras la aprobación de la candidatura de éste al gobierno de Guerrero, la misma a la que aspiraba -aun aspira, asumo- Pablo Amílcar Sandoval, hermano de Irma Eréndira de la Función Pública y cuñado del inefable Paul Ackerman. Quizá Amílcar, allá en su intimidad más profunda, aún espere un milagro político. Es difícil sin embargo que se cumpla esa eventual expectativa porque ya sabemos que el inquilino de Palacio Nacional siempre rehúsa ir pá tras ni siquiera para tomar impulso.

Como se sabe, Salgado Macedonio enfrenta -una forma de decirlo, pues- acusaciones de abuso sexual de cinco mujeres.

Sin pronunciarse explícitamente sobre el tema, López Obrador ya enfrenta -él sí- críticas intensas. Frente a ellas, el mandatario sólo dice: "El pueblo es el que decide".

Su respuesta ya mereció la indignación de grupos feministas y organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Pero él insiste: "Yo no tengo por qué opinar en este caso". Aunque llamó a "tener confianza al pueblo y a la gente que tomó la decisión por medio de encuestas".

Se ha negado sin embargo a admitir que esté "minimizando el delito de violación" pero dijo que "son tiempos de linchamientos electorales".

El asunto mantiene caldeado el ambiente político por la inminencia de las elecciones intermedias de junio próximo en las que se renovarán las 500 curules de la Cámara de Diputados y 15 gobernaciones.
Aunque señalado de varios episodios de abuso sexual, sólo uno está documentado en contra de Salgado Macedonio.

Morena abrió un proceso interno de investigación que no ha concluido, pero eso no impidió el registro de la candidatura de Salgado Macedonio.

López Obrador pidió que este tipo de hechos sean atendidos por las autoridades competentes y dijo que "el pueblo de Guerrero no es menor de edad y sabe lo que le conviene".

Salgado Macedonio dijo que las acusaciones en su contra ocurren ahora porque está al frente de las encuestas. Añadió que "las mujeres y los jóvenes son el motor de la Cuarta Transformación", en referencia a la estrategia de gobierno de López Obrador.

Basilia Castañeda, de 40 años, una de las presuntamente abusadas en 1998 por Salgado Macedonio, rechazó que su lucha haga parte de una "guerra sucia" con motivos electorales.

"No es mentira, voy a seguir dando batalla hasta que se me escuche. Aquí hay un violador y como tal se tiene que tratar", dijo Basilia.

Al presidente López Obrador, le pidió "que sea serio y se ponga en el lugar de la víctima" al indicar que la experiencia sufrida "me ha jodido la vida", pero advirtió que llegará hasta las últimas consecuencias, aunque dijo temer por su vida y analiza "dejar el país para buscar asilo político".

Pero ni el presidente ni Morena, que ya registró a Salgado Macedonio como su gallo al gobierno de Guerrero, parecen creer en nada ni en nadie. El ¡ya chole! presidencial podría ya haber sellado la suerte de las denuncias. Habrá que ver lo que dice el pueblo adulto de Guerrero.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
@RoCienfuegos1

¨