Bruselas, Bélgica, 21 de octubre de 2025 ::: La Unión Europea (UE) quiere que la cumbre climática COP30

que se celebrará en Brasil en noviembre sirva para incentivar los sistemas que gravan las emisiones de CO2. El organismo busca, además, corregir las brechas globales entre objetivos y recortes de dióxido de carbono y las lagunas en conceptos como resiliencia, preparación y adaptación,

 «Asegurémonos de incentivar al mundo a hacer más en materia de fijación de precios del carbono», dijo este martes el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, preguntado a su llegada a un consejo de ministros de Medioambiente de los países de la UE.
La UE, pionera en la materia, cuenta desde hace dos décadas con el sistema de comercio de emisiones ETS, donde unas 11.000 industrias deben comprar derechos de emisión de CO2, con un precio actual de unos 78 euros la tonelada de dióxido de carbono, y está en vías de expandir el sistema a edificios y transporte rodado, entre otras herramientas.
El democristiano neerlandés, que fijó tres prioridades de cara a una cumbre climática en la que la presidencia brasileña no ha fijado aún metas concretas, agregó que en el foro también debería abordarse «de manera concreta las brechas que existen en las contribuciones determinadas a nivel nacional», es decir, los planes climáticos de los países.
«Europa tiene todo el derecho de decirles a otros grandes emisores que hagan más», agregó Hoekstra, que señaló que si se miran esos planes «y especialmente, los de los mayores emisores, es razonable suponer que nos quedaremos cortos».

::: Reducir las emisiones
En el décimo aniversario de la adopción del Acuerdo de París de 2015, las partes están llamadas a actualizar sus planes para reducir CO2, pero muchos aún no han entregado sus documentos, como la propia Unión Europea.