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En México, es indispensable establecer condiciones que permitan retomar el debate sobre los cultivos genéticamente modificados en términos más democráticos e incluyentes, para integrar a los actores sociales excluidos y a los argumentos en contra o a favor, señaló Marta Astier Calderón, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM, campus Morelia.

Con este objetivo, la Universidad participa en el proyecto internacional La Comprensión de los Factores Sociales, Culturales y Religiosos que

Influyen en la Aceptación, Uso y Resistencia hacia los Cultivos Genéticamente Modificados (GM) en Tres Países: México, Brasil e India, desarrollado con financiamiento de la Fundación Templeton, de Estados Unidos.

Fue diseñado por un equipo interdisciplinario de la Universidad de Durham, Inglaterra, y es coordinado, a nivel global, por Susana Carro.

En la investigación concurren los esfuerzos de equipos académicos de tres instituciones. En Sudamérica, la Universidad Federal de Santa Catarina está a cargo del estudio de caso de la soya; en Asia, la Universidad Jawaharlal Nehru Delhi aborda el del arroz, y en el país, los expertos de la UNAM, a cargo de Astier Calderón, analizan las repercusiones de la introducción de maíz transgénico en territorio nacional.

Los trabajos, con base en la Universidad de Durham, Reino Unido, incluyen un diálogo sostenido y crítico, a través de las humanidades y las ciencias sociales y naturales. El resultado de las indagaciones se presentará en 2014, en una cumbre internacional a realizarse en Londres, Inglaterra.