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Un grupo de profesores-investigadores de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desarrolló un proceso limpio de ablandamiento para elaborar papel amate, informó esta casa de estudios.

En un comunicado, precisó que con este proceso se abre la posibilidad de sustituir el utilizado por los pobladores de San Pablito Pahuatlán, quienes incorporaron el uso de sosa cáustica en sus procesos hace más de 30 años, lo que ha puesto en riesgo su salud y la del medio ambiente.

Alejandra Quintanar Isaías, investigadora del Departamento de Biología de la Unidad Iztapalapa y sus colaboradoras la bioquímica Gabriela Gutiérrez Pérez y la bióloga Berenice Jarquín Pacheco, señalaron que el grado de desarrollo del proyecto Proceso limpio de ablandamiento de fibras de corteza de árbol para elaboración de papel amate está al ciento por ciento.

Por ello, indicó, ya se registró la solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

Quintanar Isaías explicó que el proyecto se llevó a cabo a petición del Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías y del Instituto de Artesanías e Industrias Populares de Puebla, debido a la problemática de la contaminación producida por los agentes utilizados en la elaboración de papel amate, como la sosa cáustica y el cloro que emplean para el blanqueo.

Dijo que los otomíes y nahuas de San Pablito Pahuatlán emplearon hasta los años 70 del siglo pasado técnicas tradicionales y utilizaban como materia prima la corteza del Xalamatl (en náhuatl) o del árbol Moral (Morus celtidifolia), que son más fáciles de manejar con los procesos tradicionales.

Señaló que la gran demanda a la materia prima tradicional ocasionó dificultades para su obtención por lo que se sustituyó por corteza de jonote colorado (Trema micrantha), la que es más rígida y presenta lignina y contenidos de origen polifenólico significativos, lo que la hace más difícil de procesar con métodos tradicionales.

En tanto, la sosa cáustica se incorporó al proceso y para obtener papel blanco se recurrió a compuestos clorados, que con el tiempo han generado contaminación en los cuerpos de agua y afecciones en la salud de los artesanos, ya que respiran los vapores de la sosa.

La investigadora dijo que el proceso limpio desarrollado por la UAM se ha probado en cortezas "difíciles de tratar" del árbol Jonote rojo (Trema Micranth), Jonote Blanco (Heliocarpus sp), Brujo (Brosimum Spp.) y Jonote colorado (Sapindus spp), combinando métodos mecánicos y biológicos.

Este proceso, expuso la investigadora, "no afecta el medio ambiente ni la salud de quienes lo llevan a cabo, ya que no se utilizan sustancias químicas y se hace en un tiempo satisfactorio comparando con el método de la sosa cáustica".

Agregó que la tecnología ya se les transfirió, ahora el asunto es cambiar en forma paulatina el proceso de producción, lo que depende a su vez del cambio de mentalidad.