Ubicado en la colonia Juárez, calle Milán 45. MUCHO es un uno de los museos mas nuevos de la Ciudad de México, abriendo apenas sus

 puertas al publico en el año 2012.


La casa que actualmente da vida al Museo del Chocolate perteneció a inicios del siglo XX al filántropo y político Gabriel Mancera. Un siglo después fue restaurado por la arquitecta y directora del museo Ana Rita García Lascuarían con la finalidad de crear un proyecto para fomentar la cultura de trabajar y consumir el chocolate mexicano.

 

El recorrido comienza con la época prehispánica, en donde los Olmecas fueron los primeros en preparar esta semilla para convertirla en una bebida sagrada. Varios años después el cacao pasa a manos de los Mayas y ellos descubren su proceso de fermentación dándole un sabor diferente al cacao. Luego los Mexicas le brindan tal relevancia cultural a la bebida que se la ofrecía a su Dios, Quetzalcóatl. Estas tres culturas cuentan con sus diversas maneras de preparar el cacao, pero mantienen en común que la bebida sea sagrada y que solo la clase privilegiada podía consumirla.

 

Esta semilla era tan importante que se utilizaba como dinero, tanto para pagar trabajos pesados como también para comprar alimentos. Se entiende que las personas con grandes cantidades de cacao eran sumamente poderosas en la época.

 

La historia prehispánica finaliza con la colonización y son los conventos católicos quienes alteran la receta drásticamente incorporando ingredientes extranjeros. Cambian la tradicional bebida picosa y fría por un preparado dulce y caliente. Creando la bebida que conocemos hoy en día como chocolate.

 

Más adelante el recorrido nos muestra el habitad natural en el que se crea esta semilla y como pasa a ser de una flor con apenas dos centímetros a ser un fruto de casi treinta centímetros. Y es sorprendente porque la polinización de esta fruta depende de nada mas y nada menos que de una mosca que nace de las hojas secas del árbol del cacao.

 

Igualmente nos hablan de Cacao, Quintana Roo, una población de apenas quinientos habitantes que vive a la frontera de Belice. Este pueblo se dedica de lleno a la cosecha y siembra del cacao, elaborando distintas mezclas como también encargándose de la exportación del mismo.

 

En el museo cuentan con áreas interactivas como una habitación con los sabores mas comunes que se mezcla con el cacao, los cuales debes adivinar solo por el olfato pues se representan en esencias y sus nombres se mantienen secreto hasta adivinarlos. Asimismo, tenemos el cuarto de la tortura, una habitación con casi 3,000 chocolates adornando las paredes, estos dulces no se pueden comer pues forman parte de la decoración y es así que surge el nombre del cuarto.

 

Para finalizar se nos invita a pasar a la tienda del museo donde encontraremos chocolates artesanales además de tragos elaborados con cacao. Honestamente les escribo que están deliciosos y que no se puede ir de ahí sin probar el dulce chocolate blanco.

 

El museo MUCHO cuenta con tantos datos curiosos sobre el chocolate que no puedo arruinar su experiencia y escribirlos. Datos como la explicación de porque se usa un plato debajo de una taza hasta el porque el chocolate blanco es de ese color. Por eso deben de ustedes mismos venir y conocerlo.

 

No olvidemos que la idea principal de este centro es sembrar la cultura de consumir lo mexicano, pues nuestro país cuenta con la semilla de mas alta calidad (cacao criollo) y a pesar de eso seguimos comprando chocolates extranjeros.