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El contacto del grabado con otros lenguajes del arte contemporáneo, como la instalación y el video, ha permitido generar nuevas referencias. Así lo dejan ver los 10 artistas canadienses cuyas obras integran la muestra “La estampa: entre la diversidad y la hibridación. Arte contemporáneo de Quebec”, que se exhibe en el Museo Nacional de la Estampa.

Philippe Blanchard, por ejemplo, realizó una instalación multimedia donde explora la animación y el arte impreso como medios ampliados e invita al espectador a una inmersión en su obra que recrea una caverna. En el interior de ésta genera la ilusión de movimiento al jugar con la interacción de luces estroboscópicas y pigmentos rojos, verdes y azules, que son los colores primarios de la luz y componentes básicos de muchas imágenes que se ven en las computadoras y en la televisión. Es una obra en la que el sonido juega un papel importante pues está ambientada con música de Steph Davidson.

Por su parte, Lysette Yasolevitz parte de la litografía, un medio que normalmente utiliza, para realizar una videoinstalación en la que utilizó su propio cuerpo como matriz de impresión, y no una piedra como se hace en una estampa tradicional. El grabado resulta de esa acción performativa y, además, crea un videoperformance que muestra un ejercicio que simboliza el dolor.

Para “La estación matriz”, Andree-Anne Dupuis Bourret trabajó con 15 mil cuadros chicos de papel que colocó a mano en los muros y en el piso para hacer un ensamble que semeja un paisaje. Se inspiró en un antiguo videojuego de 8 bits para hacer estos cuadritos serigrafiados que ha montado en diferentes exposiciones, y que cada vez adquiere nuevos significados.

“La exposición visita el mundo del grabado para revelar sus problemáticas actuales”, comenta la curadora Emily Granjon. “Más allá de una reflexión plástica sobre el diálogo entre disciplinas, se desprende un hilo conductor en común entre los 10 proyectos que cuestionan el espacio, especialmente el espacio-volumen y el espacio de vida”.

Granjon hacer ver que para los artistas Seripop, Andree-Anne Dupuis Bourret y Blancharad, lo impreso genera volumen, espacios singulares, tanto arquitectónicos como cartográficos y digitales.

En tanto, en la obra de Jerome Fortin y Manuela Lalic, el medio ambiente explorado se refiere a una reflexión sobre lo colectivo, sobre la sociedad de consumo. Y con Fred Laforge, Mathieu Mathew Conway y Lysette Yoselevitz, se pasa de lo colectivo a lo individual y en sus trabajos se invita a pensar sobre los procesos psicológicos y sobre el cuerpo.

Finalmente, la curadora explica que Pierre Durette y Laurent Lamarche sugieren espacios imaginarios donde la ficción guía a la propia condición humana.

La exposición se hizo con el apoyo de ARPRIM, un taller fundado por el artista Albert-Dumouchel, que se ha convertido en un centro de ensayo en arte impreso. Es un organismo sin fines de lucro con sede en Montreal donde el mandato es promover y sostener todas las formas actuales de prácticas ligadas al arte impreso.

“La estampa…”, será clausurada el 8 de marzo de 2015. El Museo de la Estampa se ubica el Avenida Hidalgo 39, Centro Histórico.