puebla

Ataviados con trajes de los indígenas zacapoaxtlas y con el uniforme militar que utilizaron los franceses, en 1862, cientos de maderenses escenificaron la Batalla ganada por los mexicanos.

A 151 años de que el Ejército Mexicano, bajo el mando del General Ignacio Zaragoza, apoyado por indígenas zacapoaxtlas, derrotara al Ejército Francés, el cual tocó retirada al ver la voluntad inquebrantable de defensa de los mexicanos a los fuertes de Loreto y Guadalupe, habitantes del Pueblo de San Juan de Aragón llevaron a cabo su representación tradicional.

En el Jardín Revolución, autoridades delegacionales encabezaron la ceremonia conmemorativa e hicieron un reconocimiento a los héroes nacionales que en aquella fecha histórica, orgullo de los mexicanos, demostraron la unidad y la dignidad de nuestro pueblo.

Manifestaron que la Batalla de Puebla es un ejemplo de la fortaleza y la valentía de un pueblo que, entonces gobernado por el Presidente Benito Juárez, supo derrotar la arrogancia del que era considerado el Ejército más poderoso del mundo y pretendía socavar la dignidad de los mexicanos.

En la representación de este pasaje histórico glorioso participaron cientos de habitantes de San Juan de Aragón ataviados con la típica vestimenta de los indígenas zacapoaxtlas y otros más con el uniforme militar de los franceses, quienes disparaban salvas con sus fusiles.

Posteriormente se llevó a cabo el tradicional recorrido por las calles de la zona para regresar nuevamente al Jardín Revolución.

La escenificación que conmemoró el 151 aniversario de la Batalla de Puebla incluyó el pasaje histórico de la firma de los Tratados de la Soledad, en los cuales el Gobierno de Juárez hizo notar la importancia de que las naciones acreedoras al Estado Mexicano: Inglaterra, España y Francia respetaran la soberanía territorial, y aceptaran una negociación respecto a los adeudos económicos que tenía México con esos países.

Inglaterra y España aceptaron y reconocieron esos Tratados. Decidieron resolver las diferencias por la vía diplomática, no así Francia, que quiso imponer intereses excesivos a la deuda de México; hacerse del control de las aduanas de nuestro país, y pretendió imponer un Gobierno monárquico.

Al recibir la negativa del Gobierno de la República, las tropas francesas avanzaron desde Veracruz, donde habían desembarcado junto a las inglesas y las españolas.

Con plena certeza de llegar a la Ciudad de México para imponer las decisiones del Gobierno europeo se encontraron en Puebla a las tropas del Ejército Mexicano, al mando del General Ignacio Zaragoza, entonces ministro de Guerra y Marina, las cuales apoyadas por indígenas zacapoaxtlas lograron detener y hacer que tocara retirada el Ejército invasor.

La escenificación en el Pueblo de San Juan de Aragón tiene su origen en Nexquipaya, Texcoco, de donde eran originarios algunos de los habitantes que años más tarde fundaron esta comunidad, la cual en 1886 retomó la costumbre de representar la Batalla histórica.

La representación también fue retomada en 1914 por los habitantes del Peñón de los Baños, cuando observaron la organización exitosa de la misma en San Juan de Aragón.