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La soprano mexicana Olivia Gorra encarnará a una princesa tarasca que se enamora de un conquistador español, en la ópera “Atzimba”, de Ricardo Castro, la cual luego de casi 62 años de su última presentación, se reestrenará el 7 de febrero en Durango.

En entrevista, Olivia Gorra aseguró que esta obra, que fue montada por última vez en 1952, vuelve a los escenarios, en esta ocasión bajo la dirección escénica de Luis de Tavira y la musical de Enrique Patrón de Rueda.

“A mí me toca hacer el papel principal con la Compañía de Ópera de Bellas Artes; además, la vamos a presentar en el teatro que lleva el nombre del compositor Ricardo Castro, en Durango”, detalló sobre esta presentación, con la que se rinde homenaje a Castro en el marco del 150 aniversario de su natalicio.

Orgullosa de la cultura de su país, Gorra detalló que esta obra se centra en el amor prohibido, parecido al que planeó el escritor británico William Shakespeare (1564-1616) en “Romeo y Julieta”.

“Se parece muchísimo porque ´Atzimba´ se enamora del enemigo y da su vida por él; engaña a su pueblo tomándose una pócima para parecer muerta y finalmente los agarran con las manos en la masa y no pueden huir”, mencionó la soprano veracruzana sobre la historia de esta ópera.

Recordó que la obra se gestó como una zarzuela, pero que con el paso de los años se convirtió en una ópera, la cual vivió éxitos y fracasos, “así son las obras, hay de dejarlas madurar”.

Mientras que ahora, en pleno siglo XXI, es retomada y revisada por el compositor Arturo Márquez, quien se encargó de rescatarla musicalmente, pues la ópera no cuenta con la partitura completa.

Emocionada por su participación en el montaje, que se ha escenificado sólo en tres ocasiones, Gorra dijo que ser parte de esta propuesta ha significado descubrir una obra rica musicalmente hablando.

Además de una experiencia de aprendizaje de la mano Luis de Tavira y de Enrique Patrón de Rueda, con quien hacía años no trabajaba.

Gorra confesó que de esta ópera en especial le agrada una escena en la que los dioses del enemigo y la princesa se unen creando uno sólo, “se funden en esa armonía celestial, y aunque nunca hay una consumación corporal en la leyenda, si hay un enamoramiento a través de los ojos”.

Para la soprano, encarnar este papel ha implicado diversos retos, uno de ellos conocer la música, que calificó como linda con pasajes deliciosos.

“Como cantante es un gran reto, porque tienen intervalos difíciles de cantar, lo que implica vocalizar mucho antes de iniciar la ópera”, compartió.

Además, abundó, la obra es de mucha exigencia, la que le están imprimiendo los directores, por lo que los intérpretes deben de contar con la técnica y la preparación adecuada.

La soprano consideró que los duranguenses gozan y disfrutan de la ópera, por lo que espera que esta presentación tenga una buena aceptación del público.

“Voy con muchísimas ganas, verán a una Olivia que se va entregar completamente y vamos a descubrir entre todos este legado que nos dejaron estos compositores maravillosos; además, es nuestra ópera mexicana, hay que cuidarla, defenderla, difundirla”, expresó efusiva.

Luego de su presentación en Durango, “Atzimba” ofrecerá una función el 7 de marzo en Cuernavaca, Morelos, “a mí me encantaría hacerla en todos los estados, ¡ójala tenga esa oportunidad!”.