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El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, destacó la víspera “el perfil como formador de generaciones humanistas” del poeta y filósofo mexicano de origen catalán Ramón Xirau Subías (1924), así como “el gran legado que deja”.

En el Palacio de Bellas Artes, donde el pensador nacido en Europa fue bien reconocido en el marco del programa “Protagonistas de la literatura mexicana” de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Tovar y de Teresa recordó que Xirau ha recibido numerosos galardones.

Acompañado por los escritores José María Espinosa, Julio Hubard, Angelina Muñiz Hubberman y Elsa Cross, participantes de una mesa de análisis sobre la obra Xirau, el funcionario cultural rememoró el Premio Mazatlán y el Internacional “Alfonso Reyes”, así como la Medalla Bellas Artes que esa institución le otorgó en 2009.

“Ramón Xirau es una figura de capital importancia entre los hijos exiliados que llegamos, de niños o de adolescentes, a México”, dijo en su oportunidad Angelina Muñiz Hubberman al referirse al también poeta y ensayista, autor de más de 40 libros que actualmente son referencia para entender diversos campos sociales.

Entre ellos destacan los títulos “Naturalezas vivas”, “Poesía completa”, “Memorial de Mascarones y otros ensayos”, “De Mística”, “El tiempo vivido”, “Dos poetas y lo sagrado”, “Poesía y conocimiento”, “The Nature of Man” (junto con Erich Fromm) y “Palabra y silencio”, todos ellos textos fundamentales en las letras universales.

En su poesía sobresale, “Deux poemes” (1951), “Sentido de la presencia” (1953), “L’espill soterrat, Lletres” (1955), “Les platges” (1974), “Antología personal” (1976), “Graons” (1979), “Antología” (1989), “Poemes-poemas” (traducción de Andrés Sánchez Robayna, edición catalán-español, 1990) y “Natures vives” (1991).

Muñiz Hubberman recordó aquella época en de su infancia cuando alrededor de los seis años de edad conoció al entonces adolescente Ramón Xirau, con quien a través del tiempo, trabó una gran amistad.

“Es una figura importante dentro de los hijos de exiliados que llegamos a México, porque desde muy joven comenzó su carrera”, subrayó.

La también poeta evocó los tiempos en que “él iba a la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que en ese entonces estaba en Mascarones, con su padre, el filósofo Joaquín Xirau, y desde entonces Ramón ya era prácticamente como su ayudante”, expresó luego Angelina Muñiz Hubberman.

La traductora, ensayista y narradora nacida en Hyéres, Francia en 1936 y naturalizada mexicana en 1942 añadió: “Estaba al lado de su padre aprendiendo desde esa época, y luego, tras la muerte de don Joaquín, él siguió con sus estudios de filosofía, sus clases, y al mismo tiempo, empezó a escribir su magnífica poesía”.

Ramón Xirau radica en México desde 1939 y es naturalizado mexicano desde 1995. Estudió la licenciatura y maestría en la FFyL de la UNAM y cursos especiales en París y Cambridge, así como el seminario de filosofía en el Instituto Francés para América Latina (IFAL) y otro más de Estilística en El Colegio de México (Colmex).

Ha sido profesor de la FFyL de la UNAM y de diversas universidades extranjeras. Es miembro de la comisión editorial y dictaminadora de la FFyL, del consejo interno de posgrado de esa misma facultad, del comité de becas de El Colegio Nacional y del consejo para la publicación de obras filosóficas del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Traductor de Denis de Rougemont y Nagel y Newman, Ramón Xirau ha sido colaborador de “Atlantic Monthly”, “Cahiers pour un Temps”, “Casa del Tiempo”, “Centre Pompidou”, “Cuadernos Americanos”, “Diálogos”, “Europe”, “Gazette de Lausanne”, “Insula”, “Le Scarabé”, “Revista Universidad de México”, “Revista de la Universidad Veracruzana” y “Vuelta”.