Desde el siglo XIX llega a estas páginas una interesante deliberación guiada por el Doctor Carlos Fernández Collado, Presidente de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación, quien luego de haber participado como ponente en el Taller Jack F. Ealy de Periodismo Científico edición San Diego 2014, fue invitado al programa Salvando al Planeta del canal GreenTv conducido por el periodista Vladimir Galeana para tratar ante la audiencia el Ludismo y los avances tecnológicos inherentes a la vida actual, y que han provocado, entre otras, alteraciones a la naturaleza y a la vida.
En el programa televisivo, el Doctor Fernández Collado describió lo que fue el Ludismo en pleno auge de las máquinas, un movimiento obrero surgido en Inglaterra desarrollado siglos atrás que se caracterizó por el rechazo hacia las máquinas debido a que la industrialización modificó los usos y costumbres de las comunidades.
El Ludismo, es llamado así por el iniciador de ese levantamiento que se oponía al uso de las máquinas y literalmente atacaban todo lo que fuera tecnológico, aquel personaje fue Ned Ludd, aunque no existe un total registro de su existencia. Se pensaba que con la tecnología el hombre sería desalojado de los campos de trabajo, “por ejemplo, la llegada de la máquina encajera que bordaba, dejo sin empleo a uno de cada seis artesanos, los telares se multiplicaban y los telares iban desplazando a los trabajadores, sintieron que la pobreza, la miseria, la falta de oportunidades que vivían eran culpa de la máquina”, dijo el también académico Fernández Collado. Además, explicó que los ludistas al ser lectores de Adam Smith estaban muy conscientes del sindicalismo, que entendían que aquellas máquinas generaban buenas ganancias para los dueños y que los obreros eran explotados para luego ser desechados al utilizar las máquinas.
Las máquinas, dispositivos utilizados para facilitar un trabajo definido que, a su vez, agilizan los tiempos para la obtención de resultados terminados de un producto, han venido acompañado la vida del hombre desde la revolución industrial ocupando mayores espacios en el devenir cotidiano, un acto que ha despertado el ludismo o neoludismo nuevamente a fines del siglo XX para mover conciencias en cuanto a lo que la ciencia y la tecnología intervienen, ya de forma perniciosa en la vida del hombre, “no es que los ludistas o neoludistas estén en contra de la Ciencia y la Tecnología sino que están en contra del daño que pueden hacer”, expresó.
Sin duda, los avances de los que hoy somos testigos están determinando, cada vez más, la dirección que el hombre debe seguir en este planeta, entre más avanza la tecnología, más necesidades creadas tenemos ¿Lo ha observado? El reconocido Doctor en el campo de la Comunicación también hizo saber que en la actualidad se le llama neoludista a una persona que prefiere los juegos de mesa que los video juegos, a quienes no gustan de la tecnología, a aquellos padres que limitan el uso de la computadora o controlan los teléfonos celulares, a los profesores que no utilizan la tecnología en las aulas, y como también enuncia en este último caso, no se les puede culpar porque los alumnos hacen uso incorrecto de las computadoras en el sentido de encontrarse mentalmente en otra parte, en un espacio alterno al que debe atender que es el estudio o la lección en su salón con su profesor, el estudiante está presente pero su atención se encuentra en otro lugar.
La cotidianidad y la facilidad con la que hoy se tiene acceso a la tecnología, a las máquinas, ha llevado al ser humano a vivir nuevas experiencias y los creadores de dichos avances están alterando el ciclo natural de las formas de vida, el equilibrio natural de los ecosistemas, el clima, etc. Hoy, padres, científicos, sociólogos, entre otros preocupados, empujan la realidad en diferentes mensajes para hacer conciencia sobre la aplicación de la Ciencia y la Tecnología que hace daño.
En la próxima colaboración continuaré con lo que el Doctor Fernández Collado aporta con el fin de llevar al público hacia la toma de decisiones reflexivas que sean amigables con la madre naturaleza.
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