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Aunque sus inquietudes lo habían llevado a matricularse en la carrera de químico-biólogo parasitólogo, Luis Covarrubias (1919-1987) acabó por aceptar el llamado de la sangre y convertirse en reconocido artista plástico, cuya obra muralística ha quedado para la posteridad.

Bajo la primera influencia de su hermano Miguel, un notable pintor con conocimientos de arqueología y etnología, quien lo iniciaría en la disciplina, Luis se consolidó con una vasta obra de caballete y varios murales, solo y en colaboración con su hermano, entre los que destaca una serie de 14 piezas para el Museo Nacional de Antropología.

A 95 años de su nacimiento, que se cumplirán hoy, Covarrubias Duclaud es recordado como miembro de una familia con profunda sensibilidad artística, encabezada por su padre, don José Covarrubias, un pintor aficionado.

Sus datos biográficos, difundidos en un blog familiar, señalan que es en la década de los 40 cuando incursiona en la pintura, como ayudante de su hermano, en la elaboración de mapas murales alusivos a las zonas arqueológicas y folclóricas del país.

Además de pintor, Luis tiene publicados los estudios “Artesanías mexicanas” y “Trajes indígenas mexicanos” (1964), y “Danzas Indígenas de México” (1965), además de “El pueblo del jaguar”, 1964, al lado del destacado arqueólogo Román Piña Chang.

Como muralista se le atribuyen dos murales que se encontraban en el Hotel del Prado (1947) y el del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México (1950), en colaboración con Miguel Covarrubias.

Propios son los de los hoteles Majestic (1953) y Francis (1958), de la Ciudad de México; el del Museo de Arqueología de Yucatán (1959), en Mérida; tres en el Museo de la Ciudad de México, uno de ellos en colaboración con Gerardo Cantú y Naranjo (1963).

Los 14 murales del Museo Nacional de Antropología, en la capital mexicana (1962-1964), donde empleó a unos 30 ayudantes.

Otros hoteles que cuentan con obra de Covarrubias son el Reforma (1966), el Camino Real (Distrito Federal, 1966 y Guadalajara, 1968), además de obras en residencias particulares.

Una de sus exposiciones más emblemáticas fue “El tiempo mágico”, en 1974, en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, que derivó recientemente en el blog familiar del que se toma esta información.

El año pasado se abrió una cuenta de “facebook” con su nombre, en la que se da a conocer la misma información biográfica y se conoce parte de la obra del pintor, alguna de ella en venta, mediante tratos “in box”.

Luis Covarrubias, quien mantuvo estrecha amistad con artistas como Diego Rivera y José Clemente Orozco, falleció el 14 de junio de 1987, en Poza Rica, Veracruz, donde fue sepultado.