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El especialista del IMSS Jalisco, Juan Antonio Delgado Vázquez, dijo que los tumores faciales no sólo afectan la cuestión estética sino, además, dependiendo de su tamaño y localización, alteran ciertas funciones como vista, oído, olfato, habla e incluso el proceso de deglución.

En rueda de prensa, agregó que dentro de la gama de tumores que presentan pacientes en cara “se encuentra el cáncer de piel, seguido por cáncer de cavidad oral, incluido el de labio, cáncer en senos paranasales, fosas nasales y área nasofaríngea”.

Además del cáncer de tejido conjuntivo, hueso, glándulas salivales mayores y en órbitas, aunque este último de forma menos frecuente.

Expresó que el de mayor incidencia en el Servicio de Onco-quirúrgica en cuanto a cáncer en cara, es el de piel tipo basocelular y epidermoide y melanoma con menor incidencia que afecta primordialmente a personas blancas, con ojos claros y cabello rojizo, no obstante puede presentarse en cualquier individuo si se abusa de la exposición al sol.

En cuanto a tumores de labio o de cavidad oral, dijo que se asocian básicamente a consumo de tabaco y otras sustancias cancerígenas conocidas como nitrosaminas, “que son compuestos químicos, contenidas además de en el cigarro, en alimentos con conservadores y en conservas en sal, aunado a la mala higiene que es también un factor para desarrollo de tumoraciones en la boca”.

Sobre el cáncer nasofaríngeo, explicó que suele estar asociado a virus como el de Epstein barr, “en lo que se refiere al cáncer en huesos del rostro, se habla de algunas causas como exposición a radiaciones y algunos síndromes congénitos o familiares”.

Resaltó que hasta 80 por ciento de las tumoraciones tiene componentes genéticos y ambientales, “la mayoría de los pacientes son mayores de 40 años, no obstante en algunos casos como el cáncer de órbita se observa en personas más jóvenes”.

Destacó que aunque la mayoría de tumoraciones faciales tienen una evolución más o menos lenta, “prácticamente todas ellas derivan en metástasis, pero se debe priorizar un diagnóstico oportuno, con el fin de extirpar la tumoración con mínimas consecuencias, para lo cual la intervención debe ser temprana”.

Afirmó que de acuerdo el tamaño, severidad y estadio del cáncer en su caso, se procederá a extirparlo y a brindar terapias adicionales como radioterapia y quimioterapia o bien la cirugía puede ser la última alternativa.

Señaló que aunque puede haber reincidencia o recurrencia en la tumoración, la mayoría de los pacientes obtiene excelentes resultados tras ser intervenidos.

“Incluso, en ciertos casos un equipo multidisciplinario también se aboca a la reconstrucción del paciente a través de técnicas como la colocación de colgajos pediculados, o injertos de piel o microvascularizados, para atender el aspecto estético del paciente tras la cirugía de extirpación”, apuntó.

Subrayó la importancia de la detección oportuna de estas tumoraciones malignas, “se debe acudir a revisión médica si presenta manchas oscuras en la piel de reciente aparición, elevación de bordes irregulares en la dermis con asimetrías y en sí cualquier alteración o deformación que se registre en el rostro, incluso alguna bolita”.

Exhortó a estar atentos a la aparición de ganglios, alteraciones en la vista, congestión nasal que a pesar de ser tratada persista por más de dos semanas, sangrado que provenga de orificios como nariz, boca u oídos, aparición de úlceras bucales y de placas blanquecinas en la lengua.

Recomendó no exponerse al sol de preferencia y si es necesario hacerlo de forma mesurada, utilizar un protector solar con un factor mínimo de 60, no fumar, no ingerir alcohol, ni consumir bebidas o alimentos muy calientes.

Además de evitar el consumo frecuente de comida que contenga conservadores o muchos condimentos, y tener higiene bucal que incluye visitas periódicas al estomatólogo, entre otras medidas.