La falta de percepción del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) como un problema de salud mental por parte de las y los

 cuidadores es el primer obstáculo para el acceso inicial al diagnóstico y posterior tratamiento de los infantes y adolescentes que lo padecen, afirmaron Magdalena Martínez Jaime y Hortensia Reyes Morales.
Las investigadoras adscritas al Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro y al Instituto Nacional de Salud Pública, respectivamente, apuntaron que el TDAH es el desorden neurobiológico del desarrollo más frecuente en la infancia que suele no diagnosticarse en edades tempranas, pese al gran impacto que tiene en la calidad de vida.
A partir de un estudio realizado con 175 niños y adolescentes atendidos en el Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro de la Ciudad de México por diagnóstico principal de TDH, identificaron que más de la mitad de las personas a cargo de su cuidado percibieron las diferencias en la conducta como “inherentes a su personalidad”, mientras que el resto no percibió ninguna conducta diferente.

Descubrieron, asimismo, que en 83.6 por ciento de los casos fueron los profesionales educativos quienes demandaron a las personas cuidadoras buscar atención especializada.
Detallaron que en 43.9 por ciento de estos casos, el personal de la escuela sugirió a la persona cuidadora emprender dicha búsqueda, en 35.2 por ciento tuvo que convencerlo y en 20.9 por ciento tuvo incluso que presionarlo.
Las especialistas puntualizaron que la llegada de los pacientes al hospital donde se desarrolló al estudio se dio principalmente por tres vertientes: por solicitud de la escuela, por referencia de psicólogos particulares o por referencia de profesionales en el primer nivel de atención.
Tanto en el primer nivel de atención como en los psicólogos particulares, Martínez Jaime y Reyes Morales identificaron barreras que retardaron el diagnóstico de TDAH. Así, de los 69 casos que accedieron al primer nivel, solo 16 fueron referidos al Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro sin demora.
Respecto de los 143 casos que acudieron al psicólogo particular como primera opción, 123 fueron retenidos en el proceso terapéutico por uno o dos años sin que se resolvieran sus necesidades de atención, hasta que finalmente fueron canalizados al hospital especializado.
Una barrera más documentada por las investigadoras alude a las dificultades financieras de las personas cuidadoras para solventar los costos de trasporte, consultas, estudios y sobre todo de los medicamentos prescritos.
Martínez Jaime y Reyes Morales consideraron que para eliminar la falta de percepción del trastorno como problema de salud mental por parte de las y los cuidadores, la barrera más representativa identificada en su estudio, es indispensable brindarles información que les permita percibir los síntomas nucleares del TDAH como potenciales problemas de salud mental.