Desde inicios del siglo XXI a la fecha, la diabetes se ha convertido en un fiel y peligroso compañero de vida de más de 422 millones de personas[1] y ha ocasionado la muerte de 4.2 millones de pacientes en el mundo.[2]

 Sin embargo, con el virus SARS-CoV-2 que llegó de forma repentina a finales del 2019, dichas personas con diabetes han formado parte del grupo vulnerable a presentar síntomas y complicaciones más graves que la enfermedad covid-19 genera, pues aquellas que viven con una diabetes descontrolada, es decir, que regularmente sus niveles de azúcar en sangre son altos, ocasiona que su sistema inmunológico se vea comprometido y, por ende, las probabilidades de contraer el virus se incrementan.

Datos de la Universidad de Johns Hopkins[3], indican que hasta ahora existen más de 55 millones de casos confirmados con covid-19 en el mundo, mientras que en México se han contabilizado 1 millón 9 mil 396 casos, de los cuales más del 14% padecen diabetes.

El hubiera no existe

El covid-19 ha intensificado la necesidad de cuidar nuestra salud, pues hoy en día se estima que por cada hora que transcurre, 450 personas en el mundo mueren a causa de la diabetes e incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que dichas muertes podrían multiplicarse para el 2030[4]. ¿Dato alarmante? Sí, pero se puede evitar formar parte de la estadística si se comienza a actuar.

Desde el siglo pasado la Federación Internacional de Diabetes (FID) alzó la voz debido a las crecientes preocupaciones sobre la incidencia de casos de diabetes, sin embargo, fue hasta el 2006 cuando la FID y la OMS promulgaron el 14 de noviembre como el Día Mundial de la Diabetes (DMD).

El personal de enfermería y la diabetes en el DMD

Con motivo del DMD de este año, la FID busca otorgar el reconocimiento que el personal médico, sobretodo las enfermeras y enfermeros, se merecen, pues son parte fundamental en el acompañamiento de los pacientes, debido a que su apoyo día con día hacen de la vida una historia saludable.

Hoy más que nunca debemos de mantener alerta máxima ante el covid-19, bajar la guardia en esta batalla no es opción, ya que, los riesgos en pacientes con diabetes pueden incrementar la probabilidad de tener neumonía, así como del fallo de algunos órganos, incluso la muerte. Al menor síntoma del nuevo coronavirus (fiebre, cansancio, tos, dificultad para respirar, congestión nasal, dolor de garganta y diarrea) es mejor consultar a su médico y no olvidar continuar con su tratamiento fármaco y no farmacológico para la diabetes.