CDMX, 14 de marzo de 2022.— El cerebro tiene una capacidad sorprendente de reorganización y redistribución de tareas después de que ocurre un infarto cerebral,

el cual provoca que deje de funcionar una pequeña parte de ese órgano.

 Para entender los mecanismos básicos que genera esta reparación y cómo funcionan, un grupo de científicos del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, encabezados por Luis Bernardo Tovar y Romo, estudian el conectoma, o colección de conexiones entre las neuronas.

“Descifrar el conectoma es mucho más complejo que hacerlo con el genoma, pues las conexiones existen por trillones y suceden de manera individual entre una neurona y otra”, explicó.