El día mundial contra la hepatitis se declaró en el 2010 durante la 63° Asamblea Mundial de la Salud,
en la cual organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunieron para unir esfuerzos e implementar estrategias para combatir esta enfermedad a nivel regional y mundial.
En México, durante el 2021 se tuvo el registro de 2,276 casos, siendo más frecuente la presencia de esta enfermedad en hombres, continuando con los números en la región de las Américas, cada año hay 10,000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B, el 18% de estas personas llegan a diagnosticarse y apenas el 3% reciben tratamiento.
Ante el aumento de casos, los profesionales de la salud de Prixz nos explican un poco más de qué va este padecimiento, así como algunas medidas de prevención para tomar en cuenta en nuestros hábitos diarios.
Existen 5 tipos de variantes
• Hepatitis A: Se propaga generalmente a través del agua, alimentos y heces contaminadas.
• Hepatitis B: Se propaga por el contacto con la sangre, semen o líquidos del cuerpo infectados (orina, líquido amniótico, leche materna, secreciones nasales u oculares, entre otros más).
• Hepatitis C y D: Se transmiten por la sangre y por relaciones sexuales, comúnmente la hepatitis C se propaga por agujas infectadas.
• Hepatitis E: Este virus además de infectar a seres humanos también afecta a cerdos, jabalíes, ciervos y roedores. El virus se transmite por la vía fecal-oral, principalmente a través de agua contaminada.
Las principales causas van desde el uso crónico de algunos medicamentos, así como la ingesta de alcohol, algunos tipos de enfermedades autoinmunes, metabólicas o genéticas, mantener relaciones sexuales sin preservativo y el contacto con sangre infectada (transfusiones, agujas infectadas, tatuajes, etc.).
Los signos de alerta que debemos tener en cuenta para asistir con un profesional de la salud son: fiebre, dolor abdominal, fatiga, pérdida de peso, náuseas, vómitos, coloración amarillenta en piel, mucosas y ojos, dolor en articulaciones, coluria (orina oscura) y acolia (heces color blanco).
Entre los métodos de prevención que se deben adoptar desde pequeños es tener el esquema completo de vacunación contra la Hepatitis A y B, lavar constantemente las manos con agua y jabón, antes y después de ir al baño y al cocinar, no reutilizar agujas, lavar y desinfectar adecuadamente frutas y verduras, consumir carnes, pescados y mariscos bien cocidos, además del uso correcto del condón en toda relación sexual.
Ante cualquier síntoma es de vital importancia asistir al médico y no automedicarse ya que una detección temprana puede llegar a curar hasta el 95% de los casos.
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