México, 29 de septiembre 2022.- Beber de dos a tres tazas al día de la mayoría de los tipos de café puede proteger de las enfermedades

cardiovasculares y de una muerte prematura, según un nuevo estudio.

"Los resultados sugieren que el consumo de café molido, instantáneo y descafeinado, de leve a moderado, debería considerarse parte de un estilo de vida saludable", dijo el autor del estudio, Peter Kistler, jefe de investigación de electrofisiología clínica del Instituto Baker del Corazón y la Diabetes y jefe de electrofisiología del Hospital Alfred de Melbourne.

Los investigadores descubrieron "reducciones significativas" del riesgo de cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva y apoplejías en los tres tipos de café. Sin embargo, solo el café molido y el instantáneo con cafeína redujeron el riesgo de un latido irregular del corazón llamado arritmia. El café descafeinado no redujo ese riesgo, según el estudio publicado el miércoles en la revista académica European Journal of Preventive Cardiology.

Estudios anteriores también han encontrado que cantidades moderadas de café negro, entre 3 y 5 tazas diarias, han demostrado reducir el riesgo de enfermedades del corazón, así como de alzhéimer, parkinson, diabetes tipo 2, enfermedades del hígado y cáncer de próstata.

"Este manuscrito se suma al conjunto de pruebas procedentes de ensayos observacionales que asocian el consumo moderado de café con la protección cardiovascular, lo que parece prometedor", afirma Charlotte Mills, profesora de ciencias de la nutrición de la Universidad de Reading, Reino Unido, en un comunicado.

Sin embargo, este estudio, al igual que muchos otros realizados en el pasado, era solo de carácter observacional y, por tanto, no puede demostrar una causa y un efecto directos, añadió Mills, que no participó en el estudio.

"¿Te hace saludable el café o las personas intrínsecamente más sanas consumen café?", preguntó. "Se necesitan ensayos controlados aleatorizados para probar la relación entre el café y la salud cardiovascular".

 

El café molido con cafeína fue el que más redujo el riesgo

El estudio utilizó datos del Biobanco del Reino Unido, una base de datos de investigación que contenía las preferencias de consumo de café de casi 450.000 adultos que no padecían arritmias ni otras enfermedades cardiovasculares al inicio del estudio. Los participantes se dividieron en cuatro grupos: los que disfrutaban del café molido con cafeína, los que elegían el café descafeinado, los que preferían el café instantáneo con cafeína y los que no bebían café en absoluto.

Al cabo de una media de 12,5 años, los investigadores examinaron los registros médicos y de defunción en busca de informes sobre arritmias, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y muerte. Tras ajustar por la edad, la diabetes, el origen étnico, la hipertensión arterial, la obesidad, la apnea obstructiva del sueño, el sexo, el hábito de fumar y el consumo de té y alcohol, los investigadores descubrieron que todos los tipos de café estaban relacionados con una reducción de la muerte por cualquier causa.

El hecho de que tanto el café con cafeína como el descafeinado fueran beneficiosos "podría sugerir que no es simplemente la cafeína lo que podría explicar cualquier reducción de riesgo asociada", dijo Duane Mellor, dietista registrado y profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Aston en Birmingham, Reino Unido, en un comunicado. No participó en el estudio.

"La cafeína es el componente más conocido del café, pero esta bebida contiene más de 100 componentes biológicamente activos", dijo Kistler, que es profesor de medicina en la Universidad de Melbourne y la Universidad de Monash.

"Es probable que los compuestos sin cafeína fueran los responsables de las relaciones positivas observadas entre el consumo de café, las enfermedades cardiovasculares y la supervivencia", dijo Kistler.

Beber de dos a tres tazas de café al día se relacionó con la mayor reducción de muerte prematura, en comparación con las personas que no bebían café, según el comunicado. El consumo de café molido redujo el riesgo de muerte en un 27%, seguido de un 14% en el caso del descafeinado y un 11% en el del café instantáneo con cafeína.

La relación entre el café y la disminución del riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares no fue tan sólida: tomar de dos a tres tazas al día de café molido reducía el riesgo en un 20%, mientras que la misma cantidad de café descafeinado reducía el riesgo en un 6% y el instantáneo en un 9%.

Los datos cambiaron cuando se trató del impacto del café en los latidos irregulares del corazón: de cuatro a cinco tazas diarias de café molido con cafeína reducían el riesgo en un 17%, mientras que de dos a tres tazas diarias de café instantáneo disminuían la probabilidad de arritmia en un 12%, según el comunicado.

Se necesitan más estudios

Una limitación del estudio fue que los participantes informaron sobre el consumo de café en un único momento, dijo Annette Creedon, científica nutricional y gerente de la Fundación Británica de Nutrición, que está parcialmente financiada por productores de alimentos, minoristas y empresas de servicios alimentarios.

"Este estudio tuvo un período de seguimiento medio de 12,5 años durante el cual muchos aspectos de la dieta y el estilo de vida de los participantes pueden haber cambiado", dijo Creedon en un comunicado. Ella no participó en la investigación.

Además, el café puede producir efectos secundarios negativos en algunas personas, añadió. Las personas con problemas de sueño o con diabetes no controlada, por ejemplo, deberían consultar con un médico antes de añadir cafeína a su dieta.

Estos efectos secundarios negativos "pueden ser especialmente relevantes para los individuos que son sensibles a los efectos de la cafeína", dijo Creedon. "Por lo tanto, las conclusiones de este estudio no indican que la gente deba empezar a beber café si no lo hace ya o que deba aumentar su consumo".

La mayoría de los estudios se centran en los beneficios para la salud del café negro, y no tienen en cuenta los azúcares adicionales, las cremas, las leches y los aditivos procesados que mucha gente utiliza en el café.

"Una simple taza de café, quizá con un poco de leche, es muy diferente a un gran café latte saborizado con jarabe y crema añadida", dijo Mellor.
Además, la forma de preparar el café también puede afectar a sus beneficios para la salud. El café filtrado atrapa un compuesto llamado cafestol que existe en la parte aceitosa del café. El cafestol puede aumentar el colesterol malo o LDL (lipoproteínas de baja densidad).

Sin embargo, utilizar una prensa francesa, una cafetera turca o hervir el café (como se suele hacer en los países escandinavos), no elimina el cafestol.

Y, por último, los beneficios del café no se aplican a los menores: incluso los adolescentes no deberían tomar refrescos de cola, cafés, bebidas energéticas u otras bebidas con cualquier cantidad de cafeína, según la Academia Estadounidense de Pediatría.