Reino Unido, 20 de noviembre de 2022: Investigadores de King’s College detectaron un incremento en la presión arterial de

los jóvenes, con lo cual las chances de desarrollar la enfermedad en la adultez aumentaron; situación que se hizo extensiva a las enfermedades cardíacas. Los detalles

La contaminación del aire es el mayor factor de riesgo ambiental de mortalidad prematura, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y una de las principales causas de la carga mundial de enfermedades.

El aumento de las exposiciones a este fenómeno se ha relacionado con un riesgo elevado de enfermedades cardiovasculares (ECV), presión arterial alta (PA), infecciones respiratorias y cáncer de pulmón, lo que lleva a una reducción de la esperanza de vida, a la mortalidad y a la morbilidad. La evidencia ha demostrado que las elevaciones en la contaminación del aire ambiental están asociadas con la inducción de estrés oxidativo, inflamación sistémica, disfunción endotelial y un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo, toda evidencia que ha sido registrada en adultos por diferentes estudios científicos.

Ahora, se ha confirmado que la exposición a largo plazo a la contaminación del aire puede aumentar el riesgo de presión arterial alta en los adolescentes, según los descubrimientos de un nuevo estudio.

La revisión, publicada recientemente en Current Problems in Cardiology por investigadores del King’s College London, analizó 8 estudios con 15.000 adolescentes de 12 años o más. 5 de estos estudios se realizaron en Europa, mientras que las revisiones anteriores incluyeron varias investigaciones provenientes de China donde los niveles de contaminación son más altos.

La presión arterial alta durante la niñez y la adolescencia es un factor de riesgo para la hipertensión y enfermedades del corazón en la edad adulta. Cuando la presión arterial sube demasiado, se convierte en hipertensión, lo que provoca ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Teniendo en cuenta este panorama, los científicos identificaron en su revisión que los adolescentes de 12 años y más tienen una presión arterial diastólica más alta cuando experimentan una exposición a largo plazo. Esto puede darse en situaciones como vivir en un área altamente contaminada, a la polución del aire por partículas finas, conocidas como PM2.5 y PM10

El material particulado a menudo es expulsado por los escapes de los automóviles, el humo de la madera o la combustión en las industrias de la construcción y la fabricación. La contaminación es un determinante estructural de la salud. Los niños que viven en zonas desfavorecidas están más expuestos a altos niveles de contaminación.

-Más tiempo, más daño

El efecto de la contaminación del aire sobre las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares en adultos está bien documentado, pero los estudios en niños habían mostrado resultados inconsistentes.

Si bien la calidad de estos estudios fue baja, esta revisión muestra una asociación considerable entre la contaminación del aire y un aumento de la presión arterial entre los adolescentes. Apoya la evidencia previa de un impacto desproporcionado de la contaminación en la PA de los adolescentes con sobrepeso u obesidad. La revisión también investigó la exposición a corto plazo a la contaminación y su impacto, pero no se encontró asociación

El autor principal, Seeromanie Harding de la Escuela de Curso de Vida y Salud de la Población de la Facultad de Ciencias de la Vida y Medicina del King’s College de Londres, afirmó: “Observamos asociaciones significativas en adolescentes de 12 años para la presión arterial diastólica, la parte de la presión que aumenta con mayor frecuencia en niños o adolescentes, y exposiciones a largo plazo a la contaminación”.

Y concluyó: “Es fundamental contar con estudios de alta calidad que incluyan evaluaciones por género, circunstancias socioeconómicas y estado de peso, para rastrear la exposición de los niños a la contaminación y prevenir un impacto adverso en su salud”.