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Greenpeace y varias ONGs civiles mexicanas, exigieron este lunes al presidente Enrique Peña Nieto que rechace las solicitudes de grandes trasnacionales agroquímicas, para la siembra de maíz transgénico a nivel comercial en México.


Las organizaciones presentaron una demanda ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman) para que “solicite de manera urgente medidas cautelares para que el Gobierno federal (...) se abstenga de otorgar los permisos y dictámenes favorables,” para ese tipo de siembra, señaló Greenpeace México en un comunicado.
En el texto se señala que las peticiones fueron presentadas en septiembre de 2012 por las compañías Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences y que los lugares requeridos para cultivar se encuentran en los estados de Tamaulipas (noreste) y Sinaloa (noroeste).
“Si Peña Nieto le apuesta a aprobar estas solicitudes, estará violando derechos humanos fundamentales y condenando a los mexicanos a carecer de una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad”, reprochó María Colín, asesora legal de Greenpeace.
Para Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, otra de las cinco organizaciones que presentó la demanda, “el maíz transgénico es una amenaza para nuestro país, como centro de origen de esta semilla, y para nuestra cultura alimentaria”.
“Amenaza tanto a los agricultores como a los consumidores.
A los primeros les expropiaría el control de las semillas que han desarrollado por nueve mil años dejándolo en manos de una trasnacional. Para los consumidores sería un riesgo no evaluado a nuestra salud”, argumentó Calvillo.
Greenpeace reclama al Gobierno de Peña Nieto, que asumió el pasado diciembre, que clarifique su posición respecto a la siembra de transgénicos.
El anterior ejecutivo de Felipe Calderón, que defendía el uso de la biotecnología para reducir las importaciones y fomentar la producción nacional, concedió en 2011 un permiso para la siembra de un cultivo piloto de maíz amarillo genéticamente modificado a Monsanto, pese a las críticas de ambientalistas.
México es uno de los principales productores del mundo de maíz blanco con el que se elabora la tortilla -base de la alimentación de los mexicanos- y compra del exterior más de siete millones de toneladas anuales de maíz amarillo, con usos pecuarios e industriales.